Las tensiones entre Israel y Palestina se han intensificado en las últimas horas, en las que militantes palestinos de Gaza han disparado cientos de cohetes contra Israel, que -a su vez- ha respondido con un aumento de los ataques aéreos.
Los bombardeos israelíes en Gaza han causado la muerte de al menos 35 personas, entre ellas 12 niños, según funcionarios sanitarios palestinos. Mientras que en la ciudad de Ashkelon, dos personas murieron el martes por el lanzamiento de cohetes, y una tercera persona murió en la ciudad de Rishon Lezion, al sur de Tel Aviv, informaron los medios de comunicación israelíes.
El miércoles, Israel declaró el estado de emergencia en la ciudad central de Lod y envió batallones de la policía fronteriza a la zona en busca de refuerzos, según la Oficina de Prensa del Gobierno. La ciudad mixta de judíos y árabes ha visto cómo las protestas se convertían en disturbios esta semana.
El ejército israelí habría informado este miércoles que un total de cinco civiles israelíes han muerto desde el comienzo de los ataques aéreos entre Gaza e Israel a principios de esta semana, detalla el portal CNN.
Mientras ambas partes intercambiaban ataques aéreos el martes por la noche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se dirigió a la nación desde Tel Aviv, diciendo: “Estamos en medio de una operación importante”.
Derrumbe de un edificio de 13 pisos
Un edificio de 13 plantas en la ciudad de Gaza se derrumbó el martes por la noche después de ser alcanzado por un ataque aéreo israelí, lo que provocó promesas de represalias por parte de los militantes.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) señalaron en un comunicado que el edificio contenía oficinas utilizadas por Hamás en varios pisos, incluidas las oficinas de inteligencia de su ala militar, y una unidad de investigación y desarrollo que trabaja en cohetes.
Las FDI también informaron que avisaron “con antelación a los civiles que se encontraban en el edificio y les dieron tiempo suficiente para evacuar el lugar”. Hay informes de que una persona en una calle cercana resultó herida en el derrumbe del edificio.
Por otra parte, en las primeras horas del miércoles fueron alcanzados dos edificios distintos, un edificio residencial de tres plantas en el que murieron tres personas, según informaron las autoridades sanitarias de Gaza, y un edificio de 10 plantas que sufrió importantes daños, pero no hubo víctimas mortales.
El edificio más grande, conocido como edificio de al-Jawahera, alberga empresas de redes de comunicación y otras oficinas. Tras el ataque israelí a la torre, se lanzó una andanada de más de 200 cohetes desde Gaza.
Anteriormente, Hamás había advertido que si los edificios de torres residenciales de Gaza eran objeto de un ataque, no se quedaría de brazos cruzados y respondería con el lanzamiento de cohetes.
No hay signos de reducción de la tensión
En los últimos dos días, Hamás y la Yihad Islámica de Gaza han disparado al menos 500 cohetes contra Israel, lo que ha obligado a cerrar el principal aeropuerto internacional Ben Gurion, a unos quince kilómetros al este de Tel Aviv.
Los militantes dicen que es una respuesta a las acciones de la policía israelí que disparó granadas aturdidoras dentro de la mezquita de Aqsa en Jerusalén – uno de los lugares más sagrados de la ciudad – el lunes por la mañana. Cientos de palestinos acudieron a los hospitales para recibir tratamiento tras los consiguientes enfrentamientos con la policía israelí, en la violencia más grave registrada en la ciudad en semanas.
Por su parte, el ejército israelí ha llevado a cabo más de 150 ataques en Gaza, según un portavoz militar. Israel también había llamado al servicio activo a 5.000 soldados de reserva para “reforzar” su operación en Gaza.
La comunidad internacional pide calma
Estados Unidos y la Unión Europea hicieron un llamado a la disminución de la violencia, mientras que varios países de Oriente Medio, entre ellos Turquía, condenaron la respuesta policial israelí a las tensiones en Jerusalén.
De acuerdo con los reportes, el malestar creciente entre ambas comunidades, pudo haberse dado por el posible desalojo de varias familias palestinas de sus hogares en el barrio de Sheikh Jarrah de Jerusalén. Ante los enfrentamientos, los palestinos han acusado a los nacionalistas judíos de provocación y de aplicar tácticas de mano dura.
El equipo de la ONU expresó “su grave preocupación por la agresiva respuesta a las protestas en Jerusalén Este, y pidieron a Israel, como potencia ocupante, que levante inmediatamente su amenaza de desalojar a cientos de hogares palestinos de sus casas legalmente protegidas”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha recibido información sobre la violencia que se está produciendo entre ambos pueblos, señaló la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien condenó los ataques con cohetes de Hamás, pero también dijo que “estamos en contra del extremismo que ha infligido violencia a ambas comunidades”.
Con información de CNN Internacional
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