De un lado para otro y con paso apurado se le ve todos los días en su negocio a Sofía Patiño, una estudiante de veterinaria que hace tres años abrió su propio centro de consulta y atención básica para mascotas, ubicado en una zona residencial de San Antonio de Prado.
Con apenas 22 años, lleva sobre su espalda el peso de cubrir todos los costos fijos para mantener el emprendimiento a flote. Esto especialmente estresante para ella porque, según comentó, ya son cuatro personas las…