Grupos de ambientalistas y vegetarianos en todo el mundo vienen promoviendo una campaña para lograr que el consumo de carne y leche tengan un impuesto.
El gravamen a los dos alimentos inicialmente se aplicaría en los 50 países con mayor demanda y, con ese dinero, impulsar proyectos que beneficien a los cultivadores de comida sana, como frutas, y vegetales, y de paso darle la mano a los ganaderos para que desarrollen proyectos ambientales sostenibles que combatan las emisiones de esos…