La iniciativa del Ministerio de Educación de socializar en los colegios el Informe Final presentado por la Comisión de la Verdad, generó polémica entre padres familia y grupos políticos.
Como un ‘adoctrinamiento’ denominaron algunos padres de familia y círculos políticos la idea de que en las Instituciones Educativas del país se socialice el Informe Final que presentó la Comisión de la Verdad, el pasado 28 de junio.
La propuesta que se denomina ‘Abraza la Verdad’, es impulsada por el ministro de Educación designado, Alejandro Gaviria, con la que busca que los jóvenes conozcan el pasado y “enfrenten verdades incomodas como fundamento para la reconciliación”.
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Y aunque hay rechazo a la iniciativa en algunos círculos, en Villavicencio los jóvenes parecen tener otra visión ante la posibilidad de abrir en lo colegios mecanismos de discusión democrática alrededor de este documento.
Hasly Yisell Bohórquez, quien pertenece a la Red Juvenil Alternativa para la Paz, dijo a Periódico del Meta, que la iniciativa presenta una posibilidad idónea de participación en un proceso en el que los jóvenes resultan siendo de vital importancia.
Además, señala que la juventud ha cambiado su rol en diferentes escenarios. “La juventud de este siglo es muy diferente a la juventud de años anteriores. Hoy los jóvenes hemos tomado partido en muchos procesos políticos y que respecten al país. Implementar esto no solo genera motivación sino también eleva esa intención sobre temas de paz, algo que nos se veía antes”.
La joven asegura que desde la red alternativa a la que pertenece se han establecido conversaciones entorno a esa propuesta y que, precisamente, lo que se necesita es propiciar espacios de discusión alrededor de esa entrega final.
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Dice que el nuevo gobierno de izquierda representa un gran reto para el país, pero que hay que apostarle a esas iniciativas que hacen partícipe a la juventud.
“Es un gobierno que hace mucho tiempo no se veía. La juventud le apuesta a crear soluciones y generar proyectos para la paz, ya no somos los mismo a cuando se posicionó Iván duque, por ejemplo. Y hay que esperar qué se puede hacer incluso con las nuevas alcaldías y gobernaciones, porque de ahí también parte el trabajo con los jóvenes”, sostuvo Bohórquez.
En ese mismo sentido, para Ricardo Rodríguez, de 20 años y consejero departamental de Juventudes, es casi una responsabilidad social la divulgación de ese informe de la Comisión.
“Hay una oportunidad de tener un acercamiento mayor a esa verdad y ese pasado que ha tenido Colombia. Más allá de cualquier temor o percepciones marcadas por fanatismos políticos, creo que es muy necesario leer y socializar eso que logró reunir la Comisión de la Verdad y poder generar espacios de participación en las aulas”.
Afirma que durante años se ha implementado una política de miedo que ha obstaculizado muchas cosas alrededor estos temas y que “los jóvenes deben estar involucrados en esa historia independiente de la línea política que se siga o se infunda. Poco se habla en los colegios de esto y es una oportunidad para empezar a construir esas líneas de conocimiento histórico”, dijo Rodríguez.
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Por su parte, Andrés Colorado, también consejero de juventudes, sostiene que debe “desarrollarse una catedra que permita la divulgación de estos temas y fortalecer los procesos de comprensión del conflicto armado, que termina siendo muy escaso a lo largo de la formación académica”.
Pese a que la Comisión de la Verdad ha negado en múltiples ocasiones que el proyecto tenga como objetivo adoctrinar a los jóvenes y por el contrario solo pretende generar insumos pedagógicos para conocer la historia del conflicto armado, los detractores a la iniciativa también han protestado.
Para Edwin Moreno, quien integra la Asociación de Padres de Familia del Colegio la Paz en Villavicencio, afirma que divulgar el Informe Final tiene corrientes políticas que quieren se establezcan.
“Es preocupante porque los quieren adoctrinar (a los estudiantes), es un tema político de izquierda totalmente. Como padre me inquieto, mi hijo está en décimo grado y se ha preparado académicamente, pero esta iniciativa puede determinar que se acentúen agendas maliciosas que vienen trazadas de mucho tiempo y que quiere ejecutar ahora”, indicó el padre de familia.
‘Habrá cátedra del conflicto’
Para Nilson Arana, recién posesionado secretario de Educación de Villavicencio, el proyecto será pertinente y debería estar sin duda, en todas las agendas académicas.
“Lo que reunió la Comisión de la Verdad hace parte de la historia de regiones como la nuestra. Lo que debería ser polémico es que eso no se contara y no se socializara. Es un elemento que debe incorporarse en estos escenarios educativos”, dijo inicialmente el Secretario.
Según dice, el Informe “no tiene ningún sesgo político”, y comprende el temor de quienes se oponen: “quizá lo tendría si no hubiera leído el informe. Quizá no tiene objetividad absoluta pero sí tiene un marco que recoge todos los actores, no en igualdad de condiciones porque nunca fueron las mismas en el marco de ese conflicto, pero sí hay un panorama general importante”.
Finalmente, aseguró que sus antecesores adelantaron en esta administración una cátedra Villavicencio que contemple la historia del conflicto y que ahora se incluirá con el tomo de la Orinoquia que aborda la Comisión en su entrega final.
“Villavicencio va a ser pionera en la divulgación e incorporación de estos temas. Desde hace un tiempo se viene estableciendo en la institución Alfredo Molano Bravo, la cátedra que tiene que ver con temas de conflicto”.
Y resaltó que “la ciudad le entregó a la Comisión un informe de las consecuencias del conflicto titulado ‘Villavicencio Ciudad Víctima del Conflicto’ que da cuenta de la percepción que se tiene de Villavicencio en medio de la guerra; esa información ya está procesándose para que se genere en esa institución. Lo que vamos a hacer es incorporarla al tomo de la Orinoquia que hace parte de ese Informe Final para empezar a divulgarlo”.
