La relación entre Colombia y Venezuela, rota hace varios años, se refleja en la decadencia de las casas diplomáticas de sus embajadores. La que está en Bogotá se viene derrumbando desde hace unos seis meses e, incluso, se convirtió en refugio de habitantes de calle. Y la de Caracas está con un serio problema de humedad y, debido al abandono, tenía derruida la cocina. Esto tiene a los embajadores, Armando Benedetti (Casa de Nariño) y Félix Plasencia (Miraflores) durmiendo en…
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