Una fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata dejó en libertad a Mauricio Larrota, el funcionario de la Alcaldía de Bucaramanga que al parecer bajo los efectos del alcohol y en un aparente microsueño, arrolló a una mujer de 30 años y a una niña de 8.
Su salida de la estación de Policía del centro se ordenó después de que según familiares de las víctimas, no se obtuvieran pruebas contundentes que demostraran que sí estaba tomado, toda vez que el conductor se habría negado hacerse la prueba de alcoholemia en Medicina Legal.
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Wendy Parra, familiar de las víctimas, se mostró inconforme y rechazó la determinación.
«Se supone que fue intento de homicidio, pero la fiscal parecía que estaba en contra de nosotros y apoyándolo a él porque para darle la libertad así como así sin ni siquiera obligarlo a hacerse la prueba de alcoholemia», dijo la mujer.
El funcionario que fue retirado de su cargo como profesional de comunicaciones del Instituto Municipal de Cultura seguirá vinculado al proceso de investigación.
Por su parte, el abogado de las víctimas insistirá en exigir justicia por las dos personas que hoy están en delicado estado de salud en clínicas de Bucaramanga.
