El crecimiento económico de Colombia se ralentizaría al 2,1% para 2023 y 2,8% para 2024 como consecuencia de la crisis global. Así lo alertó este martes el Banco Mundial en un nuevo informe de perspectivas sobre la región de América Latina.
(Presupuesto de regalías sería de 2,1 % del PIB).
Con estos nuevos pronósticos, el organismo internacional rebaja en 1,1 puntos porcentuales (pp) las expectativas de la actividad económica del país para el próximo año, así como en 0,5 pp para el próximo 2024.
De hecho, esta nueva proyección para el 2023 (2,1%) sería la mayor, entre las principales economías de América Latina, ya que Argentina alcanzaría el 2%; Brasil un 0,8%; Chile un 0,5% y México logrará un 1,5%. Esta misma dinámica también se emularía para 2024.
Ahora bien, en 2021, Colombia logrará un PIB de 7,1% para 2022, siendo el mayor crecimiento de Sudamérica y el tercero de América Latina y el Caribe, por detrás de Guyana (57,8%) y Barbados (10,5%). El dato para este año representa una mejoría de 1,7 puntos porcentuales frente al pronóstico de 5,4% revelado hacia mitad del año.
Economía colombiana bajaría en el 2023.
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Estas nuevas previsiones se producen en un contexto global de caída de los precios de las materias primas -que han impulsado a las economías exportadoras-, las alzas de las tasas de interés, la guerra en Ucrania y los constantes cierres por covid-19 en China y también la incertidumbre política. “Todo esto apunta a una reducción de las tasas de crecimiento hacia el 2023 —con un crecimiento regional esperado para LAC de 1,6 por ciento en 2023, inferior al pronóstico para 2022 de 3,0 por ciento”, señaló el Banco Mundial en la presentación del nuevo informe ‘Nuevos enfoques para cerrar la brecha fiscal’.
(Pérdida en la recta final: economía terminará el año con decrecimiento).
De acuerdo con el documento, estas tasas de crecimiento “no alcanzan para hacer mella en la pobreza o en el nivel de prosperidad”, además de ser “prácticamente idénticas a las observadas durante los diez años anteriores a la pandemia”.
“Todo esto sugiere, si no una trampa de crecimiento, al menos un desempeño obstinadamente mediocre. Esto a su vez apunta a la necesidad de abordar desafíos de larga data en términos de infraestructura, educación e innovación tecnológica y de gestión”, señaló la institución.
“La mayoría de las economías han regresado a los niveles previos a la pandemia, pero eso no es suficiente. Los países de la región tienen la oportunidad de reconstruirse mejor después de la crisis y lograr sociedades más justas e inclusivas”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina, América y el Caribe.
(El impacto fiscal de los días sin IVA del 2023, según Minhacienda).
“Además de emprender las reformas e inversiones fundamentales para impulsar el crecimiento, los gobiernos deben abordar los costos estructurales: los años de educación perdidos, las vacunas perdidas y los efectos retardados de la inseguridad alimentaria que oscurece la recuperación del PIB”, agregó Jaramillo.
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