El 2022 representó grandes retos económicos para todos los sectores comerciales. En el caso de la industria automotriz, esta viene afrontando la crisis de semiconductores desde el 2021.
Pero no es lo único. Esa situación ha generado una gran caída en el sector, a lo que se suma la escasez de materiales y, eventualmente, el retraso la entrega de los vehículos.
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Pero los problemas no terminan aún, pues el sector automotriz presume que sus dificultades no se solucionarán en el corto plazo.
Para el año 2023 se cree que la crisis de semiconductores seguirá, así como la falta de materiales.
Y es que a pesar de que, poco a poco, la industria se está reactivando, el panorama no es alentador, según informó Business Insider.
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Daniel Roeska, analista de Bernstein, le confesó a la cadena CNBC que “hay una destrucción activa de la demanda en el sector, dada la inflación, los tipos de interés y el coste de la energía, pero hasta ahora ha afectado sobre todo a la cartera de pedidos”.
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Uno de los principales temores para el 2023 es la baja demanda que pueden tener las empresas del sector automotriz, tras el panorama desalentador que presume la economía mundial el próximo año.
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Sin embargo, los analistas esperan que la venta de carros a lo largo del mundo aumente, pues ya se tocaron los niveles mínimos.
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