Lo primero que hace Gustavo Santaolalla al sentarse a tocar el banjo, en esta pieza musical, es cerrar los ojos. Mueve la cabeza de un lado para otro mientras hace una sucesión rápida de muchas notas iguales.
Es una melodía de la banda sonora que compuso para los videojuegos de The Last of Us I y II. Hace un acorde de mi menor que deja resonando el espacio. Luego hay un silencio (de cerca de dos segundos y medio), de esos elocuentes que te dejan en el aire hasta que llega la próxima…