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Buenaventura, el hermoso puerto marítimo celebra sus 483 años de fundación, una tierra que enamora por sus paisajes, su gente, su cultura y anhela la paz.
Noticias del Valle del Cauca.
Uno de los territorios más hermosos del Pacífico colombiano está de fiesta, se trata del Distrito de Buenaventura, tierra de gente alegre, trabajadora y próspera que llega a sus 483 años de fundación.
Su historia comienza a mediados del año 1540, cuando el Licenciado Pascual de Andagoya encomendó a su capitán Juan de Ladrillero la fundación de Buenaventura, en el curso bajo del río Anchicayá.
Es decir que en ese momento era un puerto fluvial y no marítimo.
Se convirtió en puerto de mar unos 300 años después de su primer asentamiento fluvial, en la isla de Cascajal.
Actualmente se encuentra dividida en 12 municipios, cuatro de los cuales pertenecen a la zona insular y ocho a la zona continental, también llamados Localidad 1 y Localidad 2, o incluso Isla de Cascajal y Pailón.
La riqueza que conforma Buenaventura es única al igual que el Golfo de las Tortugas, Las Ensenadas del Tigre y Punta Soldado.
Con selvas ricas en madera, oro, platino y carbón.
Además, cuenta con ríos como Anchicaya, Dagua, Guapi, Rapozo, San Juan, San Agustín, San Cipriano, Dongo, Cajambre y Calima.
Y playas como Ladrillero, Juanchaco, La Bocana, Pianguita y La Barra.
Los atardeceres, la brisa, sus bailes, su diversidad, su cultura, su gastronomía y sus historias ancestrales la hacen una tierra completamente rica.
Por ello, cada 14 de julio se celebran las fiestas patronales donde se rinde homenaje al Santo Patrón “San Buenaventura”.
Anteriormente se realizaba la cabalgata durante la fecha, pero ahora recién al amanecer tiene lugar desde la Catedral la Eucaristía, la novena y la procesión con la Patrona.
Durante estas celebraciones cobran gran importancia los «salvos o alabaos», los cantos de despertar de los adultos y los bailes con movimientos rítmicos.
«Los grandes retos de Buenaventura»
En los últimos años el territorio ha sufrido un retroceso, donde la población ha sufrido violencia, desempleo, desapariciones forzadas, desplazamientos y reclutamiento de menores.
Hoy, muchos barrios, no exentos de sombras, aparecen como zonas fantasma, líneas divisorias invisibles, donde personas inocentes pierden la vida.
Asimismo, la extorsión comercial por parte de grupos criminales.
Por esta razón, el puerto ha estado en el ojo público a nivel nacional.
Hoy, sus habitantes solo sueñan con lograr la paz, recuperar su territorio y volver a prosperar.
Con mejores oportunidades laborales y educativas, buen acceso a los servicios públicos, salud, atención a la niñez y la adolescencia, entre otros factores.
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