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90 años trazados finamente

90 años trazados finamente

Liliana Cardona Marín

Llegar a la UTP nunca había provocado tanta ansiedad en un periodista, como la de aquella tranquila pero sofocante tarde de viernes, porque tener el privilegio de entrevistar a un testigo de la historia colombiana, no es de todos los días. Allí estaba él, de espaldas en su oficio detrás de un andamio acompañado por dos mujeres, una parecía ser su auxiliar y la más joven también pintaba.

 

¿Maestro Arlés? Una voz amable sin voltear respondió, si. Dejó en la pared el último trazo de pintura, se limpió las manos en un delantal con la cara de Jorge Luis Borges en metamorfosis con un libro y estiró la mano: “mucho gusto, cómo les va”.

 

Buscamos un lugar dónde conversar, la Universidad tiene un corredor peatonal bastante amigable, no tanto así los pequeños insectos propios del lugar a los que poco les gusta el olor de dos extraños que se entrometen en su trayectoria y según la guerra que dieron a los interlocutores tampoco les importa los murales, la historia, ni las caricaturas, pero sí su ecosistema, que es precisamente una de las banderas del Maestro.

 

El caricaturista Arlés Herrera ‘Calarcá’, está en la ciudad como participante del IX Festival Departamental de Artistas por la paz, su propuesta es poner dos dibujos en uno de los muros del bloque 6 en los que se denuncia y se quiere despertar el letargo que vive la sociedad en cuanto a la contaminación, porque los pájaros, que son fundamentales para la dispersión de semillas y los renuevos de vida vegetal, ya tienen poco o nada sano qué ofrecer a sus pichones e igual pasa con el ser humano con la diferencia de que los primeros son víctimas del segundo.

 

Historia viva

Herrera no desaprovecha oportunidad para hablar de esa Colombia sencilla de mulas, cargas de café y ese Gran Caldas campesino que era el eje. Su trasegar no solo ha sido en el país, sus caricaturas fisonómicas (rostro de las personas) que es a lo que realmente ha dedicado 60 años de trabajo son de igual manera bien conocidas en México, Cuba, la ex Unión Soviética, Alemania y España.

 

La primera vez que tuvo contacto con los trazos, don Arlés se encontraba en Bogotá. “He sido caricaturista de opinión en buena parte en el semanario Voz, a la par me he dedicado al retrato y al paisaje”. 

 

¿Conato de incendio?

La propuesta visual que el Maestro Calarcá trajo para esta ocasión, no fue del total agrado de las directivas universitarias por alguna extraña razón y sobre este cuestionamiento en el que gira esta conversación, Herrera comenta que “hay personas que quieren desconocer el peligro en que está el planeta tierra, entonces creen que lo que está diciendo Petro en este momento, que no es otra cosa que lo que dice la ciencia, sobre el calentamiento global es cualquier cosa ¿será que ellos no han visto las noticias de lo que está pasando en Grecia, España, Francia o Canadá? Creo que hay un desconocimiento, de buena fe, pero desconocimiento de lo que pasa en el planeta”.

Un mural como estos necesita poca explicación, porque lo dice todo.

El Maestro también dejó por sentada su posición en cuanto a la intervención que se le hace a la tierra de la región a causa de las aguacateras Hass y el problema con el agua envenenada. “En el Quindío, casi el 4% de la tierra ya está en manos de las aguacateras y los nacimientos están mal, Colombia tiene 30 ríos principales, 28 ya están contaminados, entonces el problema es grave. Por eso mi propuesta es un pájaro contaminado de Petróleo, esa contaminación está acabando con nuestra fauna y flora, lo único que hacemos nosotros es representar esa tragedia en dibujos y quizá eso contribuya a tener un poco de conciencia”.

 

La disquisición por el tema del mural fue resuelta finalmente por los organizadores del Festival (estudiantes y profesores, como Eduardo Pulido), cuando lanzaron la pregunta  ¿Cómo así, qué tiene esto de agresivo y de radical?

 

“Cómo me van a pedir que haga florecitas, con el perdón de ellas que por cierto me gustan mucho, pero lo que queremos aparte de la decoración que esperamos sea muy bonita, es que haya un mensaje que contribuya en algo a despertar la conciencia. El permiso nos fue concedido solo para dos metros de alto, porque más arriba me exigían tener 60 horas de curso para aprender a ponerme un casco y un arnés”, una sonrisa se dibuja bajo el mostacho que se niega a encanecer totalmente. “En 60 horas aprendo a manejar helicóptero, es Macondo este país, Macondo”.

 

Su lucha por el ambiente

Esta conciencia ambiental no se dio al unísono con su carrera, fue más tardía, a medida que se debatía el tema en el mundo, porque dice que a este país le hace falta verdadera educación en cuanto a la defensa del planeta (nuestra casa), como el maestro lo llama. “En el Quindío tenemos una propuesta de que el pensum educativo desde el jardín infantil se le enseñe a los niños una cátedra de cómo mantener vivas todas las formas de vida”.

 

Refiere que son 800 toneladas diarias de desechos las que van al río Bogotá, y que por lo tanto ya casi nadie quiere suicidarse en el Salto del Tequendama, por temor a infectarse antes (hay carcajadas de ambos). La curiosidad por aquellas mujeres no se quedó sin respuesta, la mujer más adulta era una representante del Festival y la joven, la nieta del Maestro, quien siguió la vena familiar y ya se graduó en ilustración infantil.

 

De regreso al andamio se le pide un mensaje, “creo que el arte es una necesidad y todos tienen la vocación de serlo, unos cantan, otros tocan instrumentos, mire que un niño hace rayones y los muestra emocionado, porque el arte es una manera de sensibilizar a la persona, qué tal este mundo sin música sería muy jarto. Le apostamos al arte, porque sabemos que es capaz de desencadenar el corazón de la mente”, se despide y sube sus 90 años al andamio con una habilidad imposible para alguien 45 años menor.

 

Dato

Calarcá fue un cacique indígena que defendió esta tierra de los españoles y también el lugar de nacimiento del artista.

 

¿Tiene algo para decir de obras como esta?

Lina Rengifo – funcionaria UTP

“El mural, excelente. A través del arte representa lo que vive la sociedad actual, como la contaminación ha llegado desde los seres humanos hasta las criaturas que apenas nacen”.

Dolly Fernández – representante del Festival

“Es algo importantísimo, porque él trae un mensaje muy claro sobre el cambio climático que es uno de los problemas más difíciles en este momento en el mundo entero. En este país tan diverso son más importantes estos mensajes”.

Más en el Festival

El próximo sábado 5 de agosto habrá más Cómic Sin Fronteras en la caseta comunal del sector A en el Parque Industrial, desde las 9:00 a.m. hasta la 1:00 p.m. estarán los artistas haciendo caricatura en vivo.

 

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Written by jucebo

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