Sin lugar a dudas se podría decir que después de Luis Carlos González, el risaraldense más famoso es el entrañable ‘Viejo’, como llaman los más allegados a Luis Ángel Ramírez Saldarriaga, ‘El Caballero Gaucho’. Un hombre sencillo, pero tenaz, digno representante de esa Colombia rural de principios del siglo XX. Solo basta imaginar una casita en la vereda San Joaquín de Pereira en aquella época (1917).
Una niñez de verdadera familia, pues no había distracciones después de la jornada, solo luz de vela, tiple, guitarra, hermanos y padres que pasaban las horas entonando melodías heredadas de una abuela prolija en nietos con oído musical, pues El Caballero, no es más ni menos que el primo hermano del fundador de Los Pamperos, el dicho no sería todo queda en familia, sino solo un Gaucho se enfrenta a un Pampero.
La dura infancia
La felicidad no duró en aquel hogar compuesto por don Pedro Antonio Ramírez y doña Carmen Emilia Saldarriaga, Ángel de Jesús, José, Ana Delia y Clementina, los hermanos de don Luis Ángel. Se habían trasladado para Ansermanuevo, Valle y por tanto, al fallecer el padre, el aún pequeño Luis a la par con el oficio de artesano – ebanista que había aprendido de su progenitor, se desempeñó junto a su madre en las labores propias del campo, para sacar adelante la familia. Sin embargo, la música seguía inquietando su alma.
Durante el homenaje y la condecoración que le hizo la alcaldía de Dosquebradas.Nace la leyenda
La radio fue el reemplazo de las tardes musicales en familia, aquella caja de sonidos mágicos le permitió escuchar esos ritmos cadenciosos y arrabaleros que las voces de Agustín Magaldi y Carlos Gardel ponían de moda. De esta manera, don Luis se enteró de los concursos para aficionados y no dudó en participar, porque la intuición, el sentimiento y el oído, como él mismo lo decía en las entrevistas posteriores, le hablaban que ese era su verdadero lugar.
Para uno de esos concursos regresó desde el Quindío a la capital de Risaralda, con el propósito de participar en el evento organizado en la emisora La Voz de Pereira del empresario Mario Arango, al que también llegó, en calidad de jurado, el poeta Luis Carlos González, quien con solo escucharlo lo bautizó artísticamente, como Caballero Gaucho, al encontrar muy similar su voz a la de Gardel y desde aquel momento, el entonces humilde concursante se convirtió en telonero y solo el infinito, donde nacen las estrellas fue su lugar.
Amor, dolor y descendencia
Para escribir e interpretar de la manera en que este hombre lo hizo, el alma debió pasar por muchas experiencias de vida: humillaciones, dolor, discriminación, desprecio, jornadas de trabajo mal pagas o ver cómo a sus semejantes no les alcanzaba para entregar a sus hijos siquiera un Viejo juguete y por otro lado, las infaltables despedidas en el amor.
Ana Libia Arbeláez, primera esposa.
María Cecilia Betancourth, segunda esposa.Amo a un total de cinco esposas, a quienes enamoró haciendo llorar una bella guitarra hecha por sus propias manos y de aquellas relaciones quedaron 16 hijos (14 biológicos y 2 de crianza) que en sus 96 años de vida le alcanzó para ver a cuatro generaciones de Ramírez.
La Calle Gaucha
Las nuevas generaciones del eje cafetero y norte del Valle, no pueden pasar por alto y tampoco, por jóvenes que sean, decir que no saben quién fue El Caballero Gaucho, porque en una que otra casa habrá un disco de acetato que valoran como tesoro, tampoco ha faltado la reunión familiar en la que abuelos, hijos e invitados pasen sin cantar Lejos del tambo o Viejo farol.
Los niños de La Virginia, ese pueblo que amó y que lo amó, hoy muestra con orgullo una de sus calles adornada por ‘Viejos faroles’, la estampa de aquel Gaucho en sus mejores años reposa inmortal sobre la pared de la Institución Educativa Gabriela Mistral, que corre por suerte con una historia muy diferente a la Escuelita de doña Luisa. Sus seguidores atesoran su música, mientras que otros más despechados se atreven a decir que perdieron la cuenta de cuánto les debe El Caballero Gaucho en cerveza y lágrimas por aquellas esquivas víboras de huerta con Alma de Mujer.
Para beber, recordar y premios ganar
Amores de Arrabal, Arrepentida, Espejismo, Cuando te conocí, Arañazo, Rosario de marfil, Ramito de flores, Mi mala estrella, Besos por costumbre, Destino cruel, Flor de bulevar, Otro trago, La ley del talión, La tusa, Regalo divino, Amor indio, Por una palmada, Lisonjas, Traición, Perdón por amor, Cuitas de amor, Etapa final y otros tantos de los más de 2.000 arreglos y composiciones lo llevaron al reconocimiento internacional, a viajar por Europa, donde uno de sus hijos, Luis Édgar, todavía asombrado recuerda haber visto filas de cinco cuadras para entrar a ver cantar a su ‘Viejo’, literalmente un ‘mundo’ de música por la que llegó a ganar tres Discos de Oro y dos Discos de Platino.
Luis Ángel Ramírez Saldarriaga, no solo fue el gran artesano de la vida, sino el gran artesano de la música popular, inolvidable por permanecer vestido con sus impecables, brillantes y coloridos trajes acompañados de zapatillas lustrosas.
La estampilla para el mundo
El Gobierno de Colombia a través de su servicio postal 4-72 y la colección Personajes ‘Colombianos de todas las épocas’, en la serie 2022, incluyó al Caballero, una imagen que lo inmortalizará en aproximadamente 200 países donde hay colecciones de Filatelia.
Reproducción de la imagen que quedó inmortalizada en la estampilla.Términos similares pero diferentes
-Gaucho: habitante característico de las llanuras y zonas próximas de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil.
-Pampero: fenómeno meteorológico que afecta regiones de Argentina, Uruguay y del Sur de Brasil. Provoca tormentas cortas y un brusco descenso de temperatura.
Cifra
30 países visitó El Caballero Gaucho con la emoción de escuchar a sus paisanos y otros tantos tararear las letras de sus canciones.
Dato
La séptima versión del Festival Nacional de Música Popular ‘El Caballero Gaucho’, se realizará, como siempre para honrar su memoria, los días 25, 26 y 27 de este mes en La Virginia, Risaralda.
