La comunidad universitaria y académica de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales lidera una iniciativa que busca transformar los campus en más que solo centros de ciencia, tecnología e innovación. Se trata de una apuesta audaz por revitalizar los espacios universitarios como epicentros de arte, cultura, ocio, deporte y sana convivencia.
Esta estrategia, impulsada por estudiantes, docentes, administrativos, personal asistencial y vecinos, tiene como objetivo fortalecer los lazos y el sentido de pertenencia con la institución. Los murales se han convertido en mecanismos de acción participativa, en los cuales la comunidad universitaria colabora con las directivas de la Sede para crear un impacto social, emocional y territorial que beneficia tanto a la universidad como a quienes la visitan.
Santiago Valencia, estudiante de Arquitectura y representante estudiantil, destaca que los murales son una manifestación de la diversidad cultural y artística de la UNAL. En la Sede Palogrande, sede de la Facultad de Administración, se ha plasmado la riqueza de la región con imágenes de animales autóctonos, alimentos locales y elementos representativos. En el campus El Cable, hogar de la Facultad de Arquitectura, se busca reflejar la identidad patrimonial de la ciudad y la región en un mural de 97 m2.
La iniciativa también abarca un enfoque en género y diversidades. La Mesa de Género y Diversidades ha creado murales en el campus Palogrande con mensajes positivos para fortalecer la salud mental de los estudiantes. Estos murales, además de su valor artístico, funcionan como sistemas informativos, proporcionando rutas de acción en casos de abuso sexual, depresión o carga académica.
Por su parte, Sofia Hernández, estudiante de Gestión Social y Comunicativa, también representante estudiantil, cuenta en el campus Palogrande, en donde funciona la Facultad de Administración, sobre la avenida, como fachada principal se pintó la diversidad de la Sede y sus territorios “Allí encontraremos gran variedad de animales como como tucanes, cotorras, aves autóctonas como el barranquillo o copetón, y alimentos como el maíz, la piña o el café, junto con la flora y lienzos de pueblos indígenas y cacaoteras”.
El arte no solo contribuye a la estética de los campus, sino que también reactiva los espacios y crea oportunidades para exposiciones, muestras gastronómicas y emprendimientos estudiantiles. Los murales se convierten en una forma poderosa de construir sociedad y transformar los campus en lugares vivos y vibrantes.
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