“Los monumentos y expresiones artísticas de la ciudad se encuentran entre buen estado y deplorables, el compromiso no es solo de las administraciones, también es responsabilidad de la ciudadanía cuidar de estas obras del espacio público de la ciudad”
En Pereira, en particular, hay una presencia de manifestaciones artísticas en espacio público, que no solamente datan de principios del siglo XX, sino que se relacionan directamente con el código de Urbanismo de junio de 1986, en donde se establecía en el artículo 202, que “Toda persona natural o jurídica que se dedique a la actividad de la construcción en el área Metropolitana de Pereira-Dosquebradas, tendrá que incorporar en sus edificaciones una obra de arte que incremente el patrimonio cultural de la comunidad”.
Artículo de cumplimiento obligatorio, pero en donde no se definieron criterios para su implantación, selección y garantías de materiales y recomendaciones para su mantenimiento. Esto entonces ha conllevado a una proliferación de manifestaciones artísticas en toda la ciudad, pero que, en su mayoría aunadas a otras implantadas en otros lugares públicos, se encuentran en un lamentable estado de conservación.
‘El Diario’ realizó un recorrido por algunos de los sectores donde están ubicados monumentos cargados de historia y valor para la memoria de la ciudad, en compañía de Carolina Cubillos, coordinadora de actividades del Museo de Lucy Tejada y asesora de la Secretaría de Cultura en patrimonio cultural.
Monumento a los fundadores
En la administración pasada se logró hacer un establecimiento de protocolos de intervención de este tipo de esculturas y monumentos en espacio público con personas profesionales que se llaman restauradores y conservadores de bienes muebles, si bien es cierto las intervenciones anteriores inadecuadas muchas veces parten de buenas intenciones si afectan realmente el patrimonio porque desconocen un poco ese respeto por el original, la historia y los materiales, está en particular cuando se estaba interviniendo la gente estuvo muy feliz, porque estaba en un estado lamentable, incluso la gente se subía a la escultura. Fue necesaria una intervención del jardín para darle un aislamiento a la escultura y de esta manera se ha logrado mantenerla en buen estado.
Retorcido La Julia
Del artista colombiano Jhon Castles, nacido en Barranquilla en 1946. Su trabajo se enmarca en la tradición geométrica a la que pertenecen otros artistas colombianos como Edgar Negret y Eduardo Ramírez Villamizar. En 1974 obtuvo el Premio Escultura en el XXV Salón Nacional de Artes Visuales.
Esculturas de este artista, en espacio público, se encuentran en Washington (USA), Bogotá, Medellín y Bucaramanga. E igualmente, hacen parte de colecciones públicas como la del Museo de Arte Moderno de Bogotá; Art Museum of the Americas OEA. Washington D.C. (USA); Pérez Art Museum. Miami, FL, (USA); Museo de Bellas Artes. Caracas (Venezuela); y el Museo de Arte Moderno (MAM), de Rio de Janeiro (Brasil), entre otros.
La Rebeca
Del artista Leónidas Méndez, La Rebeca de 1955, se había convertido en una gran maceta y no se veía la fuente, la restauración consistió en volverla a poner a funcionar, como era originalmente, una fuente, a pesar de que se recuperó en su totalidad, ha sido complejo su mantenimiento porque la gente los niños le tiran piedras, entonces ha sufrido bastantes fracturas en su exterior.
El Vigilante
Esta obra también pertenece al artista Leónidas Méndez, estuvo originalmente ubicada en el zoológico Matecaña en 1959. Esta obra en particular tiene una historia muy bella y fue que la ciudad la reclamó, la gente dijo: ¿Qué se hizo el vigilante que estaba en el zoológico de Matecaña?
El Vigilante de Rubens Gerchman
La escultura de Rubens Gerchman, son cuatro cabezas una encima de otra, está ubicada en el parque Olaya Herrera, en el sector que fue dado en compensación cuando se realizó la Gobernación. La escultura está completamente vandalizada.
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