«Nos fuimos corriendo detrás del señor, le gritábamos que parara», explica Rosmery, una habitante del barrio Antonio Nariño, al oriente de Cali, quien denunció haber vivido momentos de pánico en la noche del pasado lunes, 18 de diciembre, cuando un conductor de una aplicación de movilidad la dejó abandonada en la calle y arrancó el carro con sus dos hijos, de 3 y 10 años, a bordo.
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