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En los próximos días comenzarán los trabajos de restauración del Monumento a la Solidaridad. Así lo anunció la Unidad Administrativa Especial para la Gestión de Bienes y Servicios (UAEGBS).
Noticias de Cali.
En los próximos días se iniciará un proceso de vital importancia para la identidad de Cali: la restauración del Monumento a la Solidaridad.
Este anuncio, realizado por la Unidad Administrativa Especial para la Gestión de Bienes y Servicios (UAEGBS), marca el inicio de una nueva etapa para este símbolo emblemático de la ciudad. Liderado por Rosana Lombana, hija del escultor Héctor Lombana Piñeres, el proyecto de recuperación se está haciendo realidad gracias al esfuerzo conjunto de la comunidad y las autoridades locales.
La directora de la UAEGBS, Johana Certuche, destaca el esfuerzo realizado para justificar el reclamo ante la aseguradora, garantizando los recursos necesarios para la ejecución del proyecto. Gracias a una inversión de la Póliza Combinada de Daños Patrimoniales se garantiza el inicio de obras, consolidando así el compromiso de embellecer la ciudad de Cali antes de la COP16.
El monumento de la solidaridad, patrimonio de identidad y pertenencia
La restauración del Monumento a la Solidaridad implica no sólo la recuperación física de una estructura, sino también el fortalecimiento del sentido de pertenencia de los habitantes de Cali.
Como señala Certuche, este ícono representa un símbolo de solidaridad y determinación arraigado en la historia y el espíritu de Cali.
La comunidad se prepara para contemplar una vez más su esplendor, reconectándose con su patrimonio cultural y valorando su importancia en el paisaje urbano.
Un proyecto de restauración con un enfoque técnico y emocional
El proceso de restauración del Monumento a la Solidaridad se llevará a cabo con minuciosidad y cuidado, combinando experiencia técnica y compromiso emocional con este patrimonio.
Rosana Lombana, en colaboración con el escultor Balvino Ortiz Báez, desarrolló un plan que preveía el desmantelamiento y reconstrucción de la estructura. Con una duración prevista de cuatro meses, se prevé una intervención integral que respete la integridad del diseño original, preservando el espíritu y la esencia del monumento.
