Reactivación con diálogo y sin talanqueras, propuesta del sector privado para dinamizar

En un nuevo espacio para hablar sobre las necesidades del país en materia económica, empresarios, academia, centros de estudio y el Gobierno se dieron cita este martes -23 de julio- a expensas del Consejo Gremial Nacional, con el fin de analizar los planes que hay en materia de reactivación y llegaron a la conclusión de que esta tarea requiere el consenso y apoyo de todos, empezando por la definición de acciones a seguir.

A lo largo de diferentes conversaciones, las partes coincidieron en que la economía no aguantará mucho más si no se pone freno a la desaceleración, sin importar que tan desafiante sea el panorama que se está enfrentando por culpa de la pandemia. En este sentido, el Gobierno reconoció que para esto hay que agilizar la atención del Estado.

Agilizar atenciones

Una de las primeras voces en esta charla fue Laura Sarabia, directora del Dapre, quien en el primer panel del foro ‘Conversaciones por Colombia’ arrancó diciendo que el equipo del presidente Gustavo Petro debe hacer un ejercicio de autorreflexión para encontrar los puntos de mejora y entender que a veces la misma demora viene desde adentro.

“Es una prioridad para el Presidente que se aceleren los proyectos de inversión y no se queden estancados por la firma de un funcionario. No solo tenemos que diseñar proyectos sino que se ejecuten”, dijo Sarabia, quien también puso su mirada en las fallas de ejecución presupuestal, las cuales sostuvo que ya se están corrigiendo.

Tras esto, la Directora del Dapre indicó que darle la vuelta a la mala racha no será posible si no se cuenta con la ayuda del sector privado, a quienes reiteró el llamado para trabajar de la mano con el Gobierno en tareas como la recuperación de la inversión y la formulación de iniciativas que inyecten recursos a sectores importantes de la economía que siguen en rojo.

“Que se priorice la economía popular no quiere decir que la economía formal se deba apagar. Hay una priorización pero necesitamos un aliado en la economía formal para la transferencia de conocimientos, se necesita apoyo y trabajar de la mano”, agregó

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Ante esto, Bruce Mac Master, presidente del Consejo Gremial Nacional, agradeció este gesto de la Casa Nariño y recordó que siempre han estado dispuestos a colaborar, dejando claro que en este momento lo más importante es recuperar la confianza y entender que el país no da más espera a la llegada de la reactivación.

“Es imposible impulsar la economía si el sector privado y el público no trabajan de la mano. Es un ejercicio dentro del cual el Estado cumple un papel fundamental y para eso se requiere, digamos, de toda una actitud frente a la actividad privada que yo diría ayuda definitivamente muchísimo y lo vemos, de verdad, cuando uno se encuentra con gobiernos que son conscientes de cuál es la importancia de su papel, se dinamiza la inversión y eso no solamente en Colombia, en todo el mundo”, explicó.

Impuestos y recesiones

Otra de las voces en este espacio fue la del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien manifestó que las condiciones económicas en este momento exigen medidas innovadoras, ya que la pandemia se pagó con un endeudamiento equivalente a 10 reformas tributarias, las cuales se pactaron para pagar en el corto plazo.

“Hoy estamos pagando esa deuda, ese es nuestro momento, debemos cumplir con los compromisos vigentes, que se vencen en el corto plazo. Este año hay que pagar $95 billones y la discusión del 2025 gira en torno a cuánto se va a pagar y por ahora las cuentas no bajan de $100 billones, por eso es que se revisa tanto el tema de la inversión, en el cual se centra gran parte la atención”, dijo Bonilla.

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Este funcionario agregó que “la deuda de un país es sostenible siempre y cuando la tasa de crecimiento de la economía sea mayor que la tasa de interés de la deuda y es insostenible en el caso opuesto. Estamos en esa situación, sin que digamos que el país se haya vuelto inviable, no. Simplemente la deuda colombiana en este momento tiene la clasificación de insostenible porque la tasa de interés es más alta que la tasa de crecimiento, tenemos que recuperar el crecimiento para volver a la tasa de sostenibilidad”.

En este punto también hay que decir que el Consejo Gremial aprovechó para hablar sobre la ‘ley de financiamiento’ que contempla el Ministerio de Hacienda en su plan de reactivación y recordó que si bien el país necesita recursos, por ahora el margen de maniobra es reducido y se necesitan medidas que no frenen el crecimiento.

“Sin duda alguna tenemos un recaudo bajo en este instante y quizá la principal razón por la cual tenemos un recaudo bajo es porque tenemos una baja actividad económica. Nos tenemos que preguntar a qué se debe la baja actividad económica, en parte se debe por supuesto al hecho de que no hay incentivos o se han perdido algunos de los incentivos para la inversión o para la producción, de manera que lo que tenemos en este instante es un reto de pensar cómo hacemos para aumentar la actividad económica”, dijo Mac Master.

Entre tanto, José Ignacio López, presidente de Anif, frente a este punto dijo que los cambios tributarios se deben manejar con pinzas, ya que “la carga tributaria del país para decisiones de inversión es muy alta, Colombia se parece más a un purgatorio fiscal”, explicando que la prioridad en este momento debe ser convertir al mercado local en un escenario atractivo.

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Inversiones forzosas

Otro de los capítulos que se vivió en este espacio fue el de las inversiones forzosas, punto en el que los banqueros volvieron a arremeter tras el cambio de posición del Gobierno, señalando que si no se concertan las medidas a implementar, el país terminará cayendo en un escenario en el que se castiguen a unos sectores para salvar a otros.

Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, sostuvo que a lo largo de los últimos años se ha demostrado que las inversiones forzosas no son el camino, menos para financiar los planes de reactivación del Gobierno, empezando porque terminan espantando la llegada de nuevos capitales y mina la confianza de los inversionistas.

“En América Latina hubo 15 inversiones forzosas en nueve países y solamente persisten cinco. Este modelo ya se desmontó en la inmensa mayoría de los territorios que lo implementaron en el 70 y en los 80, porque fueron la fuente fundamental de la represión financiera. Las tasas de interés tan altas, asociadas al modelo desarrollista en la historia, estuvieron asociadas fundamentalmente a las tasas máximas y a las inversiones forzosas”, explicó este vocero gremial.

De esta manera queda claro que si bien los diferentes sectores concuerdan en que se necesita un plan de reactivación urgente, éste no puede implementarse de forma arbitraria y por el contrario requiere el diálogo suficiente para generar estrategias concertadas, eso sí, sin obviar que hay una desaceleración vigente.