Durante la instalación del nuevo Congreso, el presidente Gustavo Petro reiteró el propósito de su Gobierno de trazar un plan de reactivación económica, centrado en ampliar el cupo de endeudamiento para manejar mejor los compromisos, aliviar la carga impositiva a las empresas y dar estímulos al sector de turismo y las energías renovables.
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Así mismo, ha indicado que presentará al Congreso una iniciativa para autorizar «una inversión forzosa en el sistema financiero privado colombiano con destino a créditos a la pequeña, mediana y gran industria, agricultura y también turismo”.
Pero en qué consiste esta propuesta a la que voces como la de Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), han calificado de «inconveniente y probablemente contraria a la Constitución».
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«La represión financiera que anuncia el presidente, de moda en los 60 y 70, encarece el crédito y, como dirige el riesgo a sectores, empresas y personas sin considerar su capacidad de pago, afecta directamente el uso que hace el sistema financiero de los ahorros del público», añadió el experto, que consideró que la autoridad crediticia la tiene el Banco de la República por designación constitucional.
Gustavo Petro
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¿Qué propone Petro?
Sin embargo, según ha manifestado el presidente, la idea es que parte de los capitales de inversión se dirijan «hacia el mundo popular, para trabajar en la transformación de las cosas, la industria, en el surco, la agricultura y en el turismo”.
La intención de generar inversión forzosa a objetivos claros como la construcción de vivienda, energías renovables e integración digital e infraestructura en salud y educación tiene como misión estimular los recursos en esas áreas, incluso que las empresas están obligadas a destinar una parte de sus recursos financieros a inversiones en proyectos designados por el Gobierno.
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De acuerdo con el superintendente financiero, César Ferrari, esa propuesta no es nueva en los bancos, «desde hace 30 años hacen inversiones forzosas, hay entidades que no saben y no tienen la experiencia para hacer el desarrollo financiero en la agricultura, por consiguiente entregan unos cupos y acaban financiando al Banco Agrario, que sí sabe cómo hacer ese financiamiento”, explicó.
La propuesta buscará promover a las Pyme que se mueven principalmente por microcréditos, los cuales, según el último informe del sistema financiero, se encuentra con una cartera bruta de 18,7 billones de pesos y una cartera vencida de 1,8 millones de pesos.
Con información de Economía y Negocios EL TIEMPO
