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‘Disparé hacia arriba para simular un combate”, exmilitar ante la JEP

‘Disparé hacia arriba para simular un combate”, exmilitar ante la JEP

SE REALIZA AUDIENCIA POR CRIMEN DE INDÍGENAS

Por el homicidio de los indígenas Nohemí Esther Pacheco Sabatá y Hermes Enrique Carrillo Arias, en el municipio de Valledupar la JEP realizó la audiencia de seguimiento al régimen de condicionalidad a diez militares que hicieron parte del Batallón de Artillería N°2 La Popa, y que serían responsables de estos ‘falsos positivos’.

A estos indígenas, los militares los hicieron pasar como muertos dado de baja en combates ocurridos el 9 de febrero de 2005 cerca del corregimiento El Mojao, territorio Kankuamo, zona rural de Valledupar. Nohemí Esther era menor de edad.

La diligencia judicial fue   presidida por el magistrado José Miller Hormiga, y la magistrada Claudia Saldaña. Entre tanto, los exmilitares que comparecieron fueron:  Ronal Enrique Acuña Díaz, Analdo Enrique Fuentes Estrada, Emel Emiro Almanza Meza, Fredis Alberto Díaz Romero, Miguel Ángel Molina Díaz, Luis Manuel Brito Camarillo, Richard Alberto Campo Tonso, Omar Eduardo Vaquiro Benítez, Deimer Cárdenas Martínez y Boris Alejandro Serna Mosquera. También asistieron familiares de las víctimas, autoridades wiwas y kankumas, organizaciones de Derechos Humanos, entre otras.

“El objetivo es verificar que los comparecientes cumplan con su deber de aportar verdad plena y si es necesario reconocer por su voluntad  la participación en crímenes cometidos en el marco del conflicto armado, en particular en el caso de la ejecución extrajudicial de la niña wiwa Nohemí Esther Pacheco Sabatá y el joven kankuamo, Hermes Enrique Castillo Arias”, afirmó el magistrado José Miller Hormiga.

Resaltó la importancia de que cada compareciente aporte a la verdad y que exista una reparación a las víctimas y no repetición.

‘LIMPIAR’ SUS NOMBRES

Durante su intervención, familiares de las víctimas pidieron explicaciones y que los nombres fueran ‘limpiados’ públicamente, demostrando que se trató de ‘falsos positivos’ y no de un combate como lo quisieron hacer ver.

Ronal Enrique Acuña Díaz, uno de los comparecientes, reconoció ser culpable por haber callado, por haber permitido que se dieran esos hechos. “Estuvo mal todo el tiempo, desde que se planeó y callé. ¡Quiero pedirle perdón! No era mi misión hacerle daño, por favorecer a quienes querían tener poder en la rama militar”, dijo.

Para la época Acuña Díaz era soldado integrante de uno de los dos pelotones (Dinamarca y Espoleta 4) que participaron en el crimen de Nohemí Esther Pacheco Sabatá y Hermes Enrique Carrillo Arias.

Agregó que lo que hizo fue disparar hacia arriba para simular un combate. “Esa fue mi actividad. Ese batallón tenía muchos nexos con paramilitares y para nadie es un secreto que ese batallón mandó a hacerle daño a soldados que tuvieron percances con comandantes”, aseguró.

Los indígenas Nohemí Esther Pacheco Sabatá y Hermes Enrique Carrillo Arias, fueron dados de baja el 9 de febrero de 2005, cerca del corregimiento El Mojao, territorio Kankuamo, zona rural de Valledupar

 

 

 


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Written by jucebo

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