A pesar de que la gran mayoría de los ciudadanos ha comenzado a asimilar las medidas adoptadas por el gobierno para desestimular las aglomeraciones y así evitar la propagación del contagio de la temible enfermedad, la situación sigue tensa.
El número de fallecidos en la ciudad no cede y por el contrario los muertos se cuentan cada día con asombro debido a que los cuatro puntos cardinales del municipio están marcados con nuevas víctimas todos los días.
El impacto es tal, que no pasan unas horas de anunciarse el fallecimiento de alguien cuando ya se da una nueva fatal información de la partida de otro por las mismas causas, el coronavirus.
En la calle son pocos quienes rechazan las medidas del gobierno aduciendo que igual da que haya suspensión de actividades y restricción de horarios en lo laboral y comercial si luego la gente una vez termina el confinamiento vuelve a las calles de nuevo.
El fin de semana que acaba de pasar, fue una continuación de lo que fue la semana en materia de conteo de personas fallecidas por el covid-19.
Dejó de existir, Jesús Maestre, un reconocido comerciante de la ciudad, a quien todos llamaban ‘El Papa’ y recordado por sus familiares y amigos por ser un entusiasta deportista en las filas de los veteranos. También falleció el señor Víctor Amaya, trabajador de Gases de La Guajira quien se caracterizó por su don de persona y muy colaborador con los usuarios de la empresa quienes lo recuerdan como buen amigo.