Aunque a primera vista, el balance del mercado laboral para octubre entregado por el Dane esta semana, muestra una reducción de la desocupación frente al mismo período del 2023, un vistazo a las cifras totales pone en evidencia que la desaceleración sigue impactando este renglón de la economía y que una ayuda inesperada desde dos sectores que no la pasan bien en este momento, incidieron en el dato.
(Lea: Tasa de desempleo en Colombia bajó al 9,1 % en octubre).
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, el desempleo para el décimo mes del año se ubicó en 9,1%, con lo cual se marca un ligero retroceso frente al 9,2% visto hace 12 meses. Esto, en números simples, quiere decir que 331.000 personas en el país encontraron un trabajo, lo cual se puede calificar como bueno.
No obstante, este reporte tiene dos caras y en la no tan favorable, hay que decir que el dato desestacionalizado muestra una realidad diferente en la que eliminando las variaciones estacionales se observa un aumento del 9,9% de septiembre a un 10% en la actualidad, regresando a los dos dígitos en este indicador, que lleva más de un año en la misma situación.
María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, calificó estos datos como un “estancamiento refleja la urgencia de adoptar políticas responsables que reactiven el crecimiento económico. Con sectores clave, como la industria manufacturera, en contracción (-3,8% en ventas a septiembre), es fundamental fortalecer el poder adquisitivo de los hogares a través de una mayor empleabilidad”.
Ante esto advirtió que “de cara al salario mínimo de 2025, es crucial lograr un ajuste moderado, alineado con la inflación y los retos estructurales, que permita generar empleo formal y bienestar sostenible para todos los colombianos”.
Entre tanto, en el desagregado por dominios geográficos, en las cabeceras municipales se reportó una reducción del desempleo, mientras que en el campo y zonas apartadas se mantiene la tasa y en las ciudades principales hay un aumento de las personas que no tienen empleo, pese a estarlo buscando.
Así mismo, las mujeres siguen siendo las más golpeadas por este flagelo, especialmente las jóvenes, dado que se perdieron 112.000 puestos de trabajo para esta población en los últimos 12 meses. Sin embargo, gran parte de estos se repusieron en los rangos de edades de entre 24 y 54 años (+28.000) y de 55 años o más (+75.000), dejando el balance total con apenas -9.000 empleos, mientras que para hombres, todos los sectores subieron.
Quienes también se pronunciaron en esta oportunidad, aprovechando que ya casi comienzan las negociaciones del salario mínimo, fueron las centrales obreras, desde donde el presidente de la CUT, Fabio Arias, expresó que los datos del Dane “muestran que evidentemente el gobierno ha tenido prudencia en el manejo económico y quien no ha permitido una reactivación económica suficiente en el país son primero los empresarios que se han negado a la reforma laboral y por tal motivo a mejorar los ingresos de los trabajadores. Lo están haciendo nuevamente frente al salario mínimo”.
Un respiro de la industria y el comercio
Una de las revisiones que permite apreciar mejor lo que pasa con el mercado laboral en Colombia es la de cada una de las 13 actividades en las que se divide la economía local. Para esta ocasión volvieron a destacar dos sectores que normalmente están entre los mayores generadores de trabajo y que no la estaban pasando bien por culpa de la desaceleración económica.
Estos son el comercio (+289.000) y la industria (+275.000), que junto a la construcción (+79.000), generaron más de 600.000 plazas de trabajo y se ubicaron como los tres líderes del repunte informado por el Dane. No obstante, estos avances se diluyeron, en su gran mayoría, dado que ocho de los 13 indicadores que se miden quedaron con números en rojo.
Este es el caso de la administración pública (-106.000), que sigue perdiendo fuerza tras los recortes y falta de inyección de recursos por parte de la Casa de Nariño. En esta lista también aparecen actividades profesionales y científicas (-97.000), alojamiento y servicios de comida (-93.000), agricultura (-53.000), información y comunicaciones (-44.000) y transporte (-16.000).
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, pidió prestar atención a un indicador que ha pasado desapercibido en los últimos reportes y es el número de personas que están saliendo de la fuerza laboral, que viene en aumento y en su concepto, le está restando presión al desempleo.
“Los datos del mercado laboral continúan reflejando grandes retos, comenzando porque el número de desocupados aumentó en el mes de octubre, la informalidad se mantiene por encima del 50% y la tasa de crecimiento de los ocupados apenas crece 1,3%. Este panorama resulta inquietante, sobre todo si tenemos en cuenta que en el Congreso de la República se está discutiendo una reforma laboral que no está orientada a generar nuevos puestos de trabajo o a facilitar la formalización”, expresó.
En este sentido hay que decir que, con respecto a la informalidad, para el mes de octubre la proporción de los ocupados informales es de 55,3%, ubicándose ligeramente inferior a la tasa de octubre de 2023, al reducirse por -0,1 puntos porcentuales, es decir, más de la mitad de la población ocupada no cuenta con acceso a seguridad social.
Por último, en la vista por regiones, Arauca (31,4%), Quibdó (27%), Mocoa (26,8%), Puerto Carreño (17,8%) y Riohacha (17,5%); son las ciudades capitales con las tasas de desempleo más altas; mientras que Leticia (3,6%), Inírida (7,4%) y Mitú (7,7%) aparecen con los registros más bajos.
En lo que concierne a las principales ciudades, el Dane informó que Bogotá cerró octubre con 9,9%; Medellín con 8,8%; Cali con 11%, Bucaramanga con 8,8% y Barranquilla en 10,7%; casi todas por debajo del promedio nacional.
PORTAFOLIO