Propio de su personalidad, Dumek Turbay inició su gobierno realizando un exorcismo en el despacho del alcalde saliente, William Dau, con el objetivo de erradicar los malos espíritus que, según él, dejó el exmandatario. Durante su primer año de mandato, Turbay ha enfatizado en la recuperación de la malla vial, construyendo y rehabilitando kilómetros de vías. Sin embargo, este enfoque ha sido cuestionado, ya que muchas de las vías pavimentadas son consideradas innecesarias y otras presentan problemas de calidad, con cemento que ya muestra cuarteaduras en poco tiempo.
Con su lema “recuperar el brillo y la grandeza de Cartagena”, Turbay presentó dos proyectos multimillonarios: “El Malecón del Mar” y “El Complejo Nuevo Chambacú”, que muchos ciudadanos consideran que no son prioritarios en una ciudad con altos niveles de pobreza. Además, bajo el slogan “Cartagena: ciudad de derechos”, propuso disminuir la pobreza y la pobreza extrema a metas del 8% y 9.3%, respectivamente, pero las cifras muestran que la mitad de los cartageneros sigue teniendo dificultades para garantizar las tres comidas del día. En particular, el 46% de los ciudadanos, especialmente los mayores de 65 años, se identifican como pobres.
En el ámbito de la salud, Turbay se comprometió a reducir la mortalidad materna y los embarazos en adolescentes, pero la insatisfacción con estos servicios ha crecido durante su gobierno, alcanzando el nivel más bajo desde 2015. Asimismo, un diagnóstico de sífilis en niñas de barrios vulnerables evidenció fallas en los servicios de promoción y prevención de la salud.
Respecto a la inseguridad, el alcalde Turbay prometió reducir los homicidios y hurtos, pero solo el 30% de los cartageneros se siente seguro, mientras que el 70% vive con miedo. Su Plan Titán-24, destinado a mejorar la seguridad en el Centro Histórico, ha sido un fracaso, ya que los atracos continúan.
En el sector de la educación, Turbay anunció el fortalecimiento de la oferta educativa y la reducción de la deserción escolar. Sin embargo, a pesar de algunos avances en el desempeño docente, se conocieron hechos como un convenio por 23.000 millones de pesos destinado a mejorar el rendimiento de estudiantes en las Pruebas Icfes, cuyos resultados son aún desconocidos. También intentó reducir el presupuesto de la Institución Universitaria Mayor de Cartagena (Unimayor), asignándole solo 1.000 millones de pesos para 2025, lo que generó protestas que llevaron al Concejo a restablecer la asignación de 4.200 millones anuales.
La ocupación laboral en Cartagena sigue siendo problemática, con un 64% de los ciudadanos enfrentando dificultades para conseguir empleo, especialmente mujeres y jóvenes. Aunque Turbay argumenta que la situación ha mejorado gracias a los empleos temporales generados por la recuperación de la malla vial, muchos de estos son precarios y sin prestaciones sociales.
En cuanto a la movilidad, a pesar de la adquisición de drones costosos para controlar el tránsito, la congestión vehicular persiste. La situación de Transcaribe es alarmante, con una pérdida constante de usuarios, lo que beneficia al transporte informal.
Mientras tanto, el 61% de los cartageneros enfrenta dificultades para acceder a una vivienda propia, y Corvivienda ha mostrado ineficiencia en abordar este problema durante el primer año de gobierno. A pesar de las encuestas que otorgan un 68% de favorabilidad a Turbay, el 60% de los ciudadanos considera que el alcalde debería enfocarse en asuntos prioritarios como salud, educación, empleo, seguridad y vivienda.
Dumek también tomó decisiones polémicas, como la demolición del “Aquarela”, que generó descontento entre quienes invirtieron en el proyecto. Además, desmontó el “Café del Mar”, un popular destino turístico, mientras otros establecimientos similares no recibieron el mismo trato.
En septiembre, un escándalo involucró al alcalde de la Localidad de La Virgen y Turística, por un contrato de mil millones de pesos destinado a actividades deportivas, lo que llevó a Turbay a suspender los giros financieros a dicha alcaldía. En octubre, se realizó el primer Festival del Patacón, que generó ingresos significativos, pero no se sabe a dónde fueron a parar.
Finalmente, el escándalo de un taxista que intentó cobrar una tarifa excesiva a una turista evidenció problemas de abuso en el servicio de taxis, reflejando la falta de autoridad en la ciudad. La gestión del patrimonio en el Centro Histórico también ha sido criticada, con la caída de balcones y la negligencia en la regulación de la prostitución y el microtráfico.
A pesar de comenzar con un 76% de favorabilidad, las encuestas actuales indican una caída del 8%, ubicando a Dumek Turbay en un 68% de aprobación. Noticias Vital
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