El 2025 será un año importante para las empresas del sector financiero y la industria fintech, debido a los cambios que se vienen en este mercado con el open banking y la puesta en marcha de Bre-B por parte del Banco de la República, gracias a los cuales hay altas expectativas de que se fortalezca la interoperabilidad.
Portafolio conversó con Felipe Gedeón, cofundador de Cobre, quien destacó que Colombia ha dado grandes pasos hacia la consolidación de un mercado abierto y cercano con los clientes, pero enfatizó en que todavía hay mucho por avanzar, especialmente en frentes como la puesta en marcha de normas claras para todos los actores.
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¿Cómo cerraron el 2024?
El 2024 ha sido un año transformador para el ecosistema fintech en América Latina, impulsado por un crecimiento constante y avances tecnológicos que están redefiniendo la interacción con los servicios financieros. Colombia se ha consolidado como un líder regional, con 394 empresas fintech activas, un aumento del 6.8% respecto al año pasado.
Este dinamismo ha posicionado al país como el tercer mercado más grande de la región, destacando verticales clave como el Crédito Digital y los Pagos Digitales, que representan casi la mitad del ecosistema local. Este año hemos sido testigos de cómo tecnologías como las APIs y el Openfinance están redefiniendo el panorama financiero.
¿Se cumplieron las expectativas?
En general, podemos decir que el sector dio pasos importantes para cumplir con las expectativas, aunque todavía quedan retos por resolver. Avances clave como la expansión del Open Banking, la implementación de sistemas de interoperabilidad como BRE-B en Colombia, y el crecimiento sostenido de verticales como Pagos Digitales y Crédito Digital muestran que la industria está respondiendo a las demandas del mercado.
Estos desarrollos han permitido una mayor transparencia, agilidad y colaboración entre los diferentes actores del ecosistema financiero. Sin embargo, también quedó claro que la velocidad de adopción tecnológica y regulatoria aún puede mejorar, especialmente en temas como la consolidación de marcos normativos claros y el fortalecimiento de la infraestructura para pagos inmediatos.
¿Están conformes?
A pesar de estos desafíos, el sector fintech ha demostrado resiliencia e innovación, posicionándose como un motor clave para la transformación económica en la región. En resumen, el 2024 cumplió con gran parte de las expectativas, pero también dejó tareas pendientes que serán críticas para seguir avanzando hacia un ecosistema financiero más abierto, eficiente e inclusivo en los próximos años.
¿Qué llega para el 2025?
Iniciamos el 2025 reconociendo la importancia de dos transformaciones clave en el ecosistema financiero del país: la implementación del sistema Bre-B y el avance de Open Finance. Estos hitos no solo son un gran logro para Colombia, sino también una oportunidad para consolidar un entorno financiero más inclusivo, interoperable y eficiente.
Nuestra participación activa en estos frentes nos posiciona como líderes en la transformación tecnológica del sector financiero en Colombia y América Latina. Hemos desarrollado soluciones como Cobre Connect y Pagos Real Time, que responden directamente a las necesidades de modernización y digitalización de las grandes empresas.
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¿El panorama es positivo?
Comenzamos este año con confianza y ambición, convencidos de que nuestra experiencia acumulada nos permitirá consolidarnos como socios tecnológicos estratégicos para grandes empresas en la región. La expansión a México será un motor clave para nuestro crecimiento, permitiéndonos diversificar y fortalecer nuestra operación.
Además, continuaremos afianzando nuestras relaciones con grandes corporaciones que buscan modernizar sus operaciones financieras, apoyándolas en su transición hacia soluciones más eficientes, seguras y sostenibles.
¿Cómo va el Open Banking?
En Cobre creemos firmemente que el Open Banking y las finanzas abiertas marcarán un antes y un después en la forma en que empresas y consumidores interactúan con los servicios financieros. Para 2025, esperamos una aceleración significativa en la implementación de estas iniciativas, especialmente en mercados como Colombia y México, donde las regulaciones ya están sentando bases sólidas.
Vemos el 2025 como un año crucial, marcado por la consolidación del Open Banking y la implementación del sistema Bre-B. Este sistema será un catalizador clave para la interoperabilidad bancaria, y nuestra experiencia nos posiciona como líderes en este cambio hacia un futuro financiero más conectado y eficiente.
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¿Qué papel jugará Bre-B en todo esto?
Esperamos que sea el catalizador para una nueva etapa en el sistema financiero colombiano. Hace muchos años no se desarrollaba infraestructura nueva, pública y accesible en este sector, y cada vez que surge una, se abre la oportunidad de construir soluciones innovadoras sobre ella.
Para las fintechs, esto representa un mundo de posibilidades para desarrollar productos y servicios que impulsen la inclusión y la eficiencia financiera y creemos firmemente que las fintechs tienen una doble responsabilidad: no solo adoptar este sistema, sino también convertirse en evangelistas de esta tecnología.
¿De quién es la responsabilidad?
El país necesita que todas las partes interesadas colaboren para maximizar el impacto de esta infraestructura y garantizar su éxito. Además, confiamos en que Bre-B debe moverse rápidamente más allá de los casos de uso iniciales como el peer-to-peer y el peer-to-merchant.
Es fundamental que evolucione hacia aplicaciones más complejas y robustas que atiendan las necesidades de todos los actores del ecosistema financiero, permitiendo así que Colombia avance hacia un sistema financiero más moderno, ágil e inclusivo.
¿El sector avanza al ritmo necesario?
El mercado financiero en Colombia y América Latina ha avanzado de manera significativa en los últimos años, adaptándose a nuevas tecnologías y modelos operativos. Sin embargo, aún enfrenta retos importantes para responder plenamente a las necesidades del sector financiero, particularmente en términos de velocidad, eficiencia y accesibilidad.
En Cobre, observamos grandes avances en iniciativas como el Open Banking y los sistemas de interoperabilidad, incluyendo Bre-B, que están transformando la manera en que bancos, fintechs y otros actores colaboran en un ecosistema más ágil y conectado.
A pesar de estos progresos, la velocidad de adopción de estas tecnologías puede mejorar, especialmente en la integración tecnológica y la implementación de marcos regulatorios que promuevan su uso masivo.
¿Cómo acelerar?
Las empresas que operan en este mercado enfrentan una creciente presión para ofrecer soluciones rápidas, transparentes y accesibles, en un contexto donde los usuarios demandan pagos instantáneos y experiencias financieras integradas. Estas soluciones no solo atienden las necesidades actuales del mercado, sino que también sirven como catalizadores para cerrar las brechas tecnológicas y regulatorias, impulsando un cambio más acelerado y sostenible en el ecosistema financiero.
Dicho esto, es prioritario fomentar la adopción de tecnologías como Bre-B, asegurando una implementación inclusiva que beneficie a todos los actores del sistema, y acelerar la integración de pagos inmediatos entre bancos para optimizar la eficiencia operativa y reducir costos.