La situación de los estudiantes de medicina de la Fundación Universitaria Navarra ‘Uninavarra’ se volvió más tensa ayer, cuando un grupo de alumnos se tomó durante varias horas la carrera séptima, frente a la Clínica Medilaser, como parte de su protesta por la falta de convenios para realizar sus prácticas clínicas. Los estudiantes exigen una solución inmediata a la crisis que ha afectado su formación académica desde el inicio del semestre.
DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
Desde el pasado 7 de enero, los estudiantes de medicina de la Fundación Universitaria Navarra ‘Uninavarra’ han enfrentado una situación crítica que pone en peligro su formación académica y profesional. La falta de acuerdos entre la universidad y la Clínica Medilaser, su centro de prácticas, ha generado un conflicto que, a lo largo de varias semanas, se ha intensificado hasta convertirse en un clamor estudiantil por la recuperación de sus prácticas clínicas.
Un derecho vulnerado: la protesta estudiantil
La situación comenzó cuando los estudiantes de medicina de semestres superiores (5.º en adelante) se dieron cuenta de que, al iniciar el semestre en enero, no contaban con el espacio necesario para realizar sus prácticas académicas. Esto se debió a que la universidad, al parecer, ya no mantenía convenio con la Clínica Medilaser, que hasta ese momento les brindaba el espacio necesario para cumplir con una parte fundamental de su pensum académico.
Ante la incertidumbre y la falta de respuestas claras por parte de las autoridades universitarias, los estudiantes decidieron manifestarse pacíficamente en un plantón realizado frente a las instalaciones de la universidad, con el fin de exigir la pronta solución de este problema. Durante el plantón, los estudiantes expresaron su frustración por la falta de comunicación por parte de la administración de Uninavarra, lo que les ha generado una gran incertidumbre respecto al futuro de sus estudios y su carrera profesional.
Juan Nicolás Morales, un estudiante de noveno semestre, detalló la angustia de sus compañeros y la falta de información que ha caracterizado la situación. “Llevamos tres semanas perdidas. Iniciamos el semestre el 7 de enero y, hasta después de comenzar, nos enteramos de que no teníamos centro de prácticas. Las respuestas que hemos recibido de los directivos han sido insuficientes y, hasta el momento, no se nos ha ofrecido una solución clara ni una fecha estimada para retomar nuestras prácticas”, señaló.
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El impacto en la formación académica
Para los estudiantes de medicina, las prácticas clínicas son esenciales para su formación profesional. Son horas de trabajo en hospitales, clínicas y otros entornos médicos donde los estudiantes no solo aplican lo aprendido en el aula, sino que también adquieren las competencias necesarias para enfrentar la complejidad de la atención médica. La falta de estas prácticas pone en riesgo la calidad de la educación que reciben y, a largo plazo, la calidad del servicio que podrán ofrecer como profesionales de la salud.
“Nos están afectando porque ya más de un mes que hemos perdido, y muchos de nosotros son foráneos. Estamos pagando arriendo, comida, y no hemos tenido clases productivas”, explicó Morales. Los estudiantes temen no cumplir con los requisitos establecidos por el Ministerio de Educación para poder aprobar el semestre y continuar con su formación. Además, muchos de ellos temen que, al no poder completar las horas de prácticas requeridas, podrían retrasarse en sus estudios e incluso perder dinero en el proceso.
La respuesta institucional
La situación llamó la atención no solo de los estudiantes y sus familias, sino también de las autoridades locales. La Personería de Neiva, como ente defensor de los derechos de los ciudadanos, ha estado presente en todo momento para acompañar la protesta y asegurar que se mantuviera un ambiente de diálogo pacífico entre las partes involucradas. Gracias a la intervención de la Personería, se logró convocar una mesa de trabajo entre la universidad, los estudiantes y la Clínica Medilaser para buscar soluciones a este conflicto.
A través de un proceso de mediación, la universidad se comprometió a convocar una reunión con los directivos de la Clínica Medilaser, con el fin de discutir la situación y llegar a acuerdos concretos que permitan a los estudiantes retomar sus prácticas clínicas. Esta reunión está prevista para los próximos días, con la esperanza de que se logre un acuerdo beneficioso para todas las partes involucradas.
La perspectiva de los padres de familia
El conflicto también ha tenido un impacto significativo en los padres de los estudiantes, quienes expresan su preocupación por el bienestar académico y económico de sus hijos. Ramón Fernando Morales, padre de uno de los estudiantes afectados, hizo un llamado a la universidad y a la clínica para que busquen una solución inmediata. “Nuestros hijos merecen una educación de calidad. La formación en medicina requiere de práctica constante. Los chicos están padeciendo esta situación, porque no saben dónde van a hacer sus prácticas. Hacemos un llamado tanto a los directivos de la universidad como a los de la clínica para que se sienten a dialogar y resuelvan el problema de una vez por todas”, dijo Morales.
La falta de información
Uno de los principales puntos de conflicto radica en la falta de claridad sobre lo que realmente está sucediendo con las prácticas clínicas. Según los estudiantes, la universidad ha dado respuestas vagas e imprecisas, y la información sobre la situación de las prácticas ha sido inconsistente, lo que ha generado aún más incertidumbre.
En este sentido, los estudiantes han enumerado varias peticiones y puntos críticos que deben ser atendidos de manera urgente:
- Garantizar Centros de Práctica: Los estudiantes exigen que se restablezcan los convenios con la Clínica Medilaser o, en su defecto, con otros centros de práctica que cuenten con las condiciones necesarias para asegurar la calidad de la formación práctica.
- Pago Justo a los Docentes Especialistas: Se exige que se garantice un pago justo y oportuno a los especialistas que imparten clases en los centros de práctica, pues la falta de pago ha sido una de las razones por las cuales muchos docentes no están dispuestos a recibir a los estudiantes.
- Renuncia de la Directora Sandra Navarro: Los estudiantes piden la renuncia de la rectora de la universidad, Sandra Navarro, debido a lo que consideran una gestión ineficiente y negligente frente a la problemática.
- Auditoría a la Fundación Universitaria Navarra: Los estudiantes solicitan una auditoría externa a la universidad para esclarecer cómo se ha manejado el presupuesto de la institución, en particular en lo relacionado con el pago a los docentes y el funcionamiento de los programas académicos.
Un conflicto que afecta la formación de futuros profesionales
Este conflicto no solo afecta a los estudiantes de medicina, sino que también pone en evidencia la importancia de mantener acuerdos claros y transparentes entre las universidades y los centros de práctica. La falta de estos acuerdos pone en riesgo la calidad de la educación y la formación de futuros profesionales de la salud, quienes, al no poder cumplir con las horas prácticas necesarias, enfrentan serias dificultades para avanzar en su carrera.
El diálogo entre todas las partes involucradas es fundamental para llegar a una solución que beneficie a los estudiantes y que permita que la Fundación Universitaria Uninavarra recupere su prestigio como institución educativa comprometida con la formación de profesionales de calidad. Mientras tanto, los estudiantes continúan luchando por su derecho a una educación de calidad, que les permita cumplir con los estándares exigidos por el Ministerio de Educación y convertirse en profesionales capaces de hacer frente a los retos del sector salud.
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