Por Juan Pablo Guzmán Pérez || Foto: Cortesía Asobancaria – Erick Rincón

En el Centro de Convenciones Julio César Turbay, de la ciudad de Cartagena de Indias, Jonathan Malagón, presidente de ASOBANCARIA, dio inicio al Congreso de Acceso a Servicios Financieros y Medios de Pago CAMP 2025. Su conferencia tuvo como objetivo resaltar la inclusión financiera en el país.
«La felicidad no es solo un concepto individual (…), también es una construcción colectiva». Así abrió Malagón en uno de los apartes de su presentación en la sesión de apertura. Una linea conceptual que toma sentido debido a que, al evento, también asistió Chris Gardner, autor del libro ‘En Busca de la Felicidad’ y principal speaker de la edición 15 del evento.
Tomando en cuenta que en su propuesta, felicidad e inclusión financiera son lo mismo, Malagón efectuó una comparación entre los 5 países más felices del mundo según el Reporte Mundial de la Felicidad y Colombia. Esto, basado en elementos en común que resalta como la cobertura de salud, la certidumbre financiera, el nivel de educación terciaria (universitaria), Ingresos per Cápita, e inclusión crediticia.
Los países mencionados por el presidente: Finlandia, Islandia, Dinamarca, Países Bajos y Suecia, están incluidos en los primeros lugares del ránking de evaluación de vida. Algo establecido como felicidad para Malagón, aunque no específicamente como medida de emociones positivas para este Reporte y, por tanto, de esta medida.

Sin embargo, en continuación de la lógica propuesta por la cabeza de ASOBANCARIA, este dio a conocer que Colombia tiene cifras parecidas en certidumbre financiera, cobertura del sistema de salud e inclusión crediticia. Sin embargo, la brecha es marcada en educación terciaria e ingresos per cápita. Una razón por la que argumentó que, en índices de felicidad (evaluación de vida en este caso), Colombia está a mitad de tabla (posición 78 de 143 en total).
Malagón, por su parte, ofreció una visión positiva en cuanto a la inclusión financiera del país en este paralelo, aunque no del todo en cuanto a inclusión crediticia.
«Cuando lo vemos en términos de inclusión financiera (…), desde el punto de vista del ahorro, nosotros tenemos los niveles de inclusión financiera que tienen los 5 países». Esto, considerando que el país tiene un índice de 95%, frente al 98% en promedio de los Estados ya mencionados. «Se compara bien frente a los mejores indicadores del mundo».
Sin embargo, la realidad no es la misma a nivel crediticio: «la inclusión crediticia sí tiene un bache». Esto, considerando que el promedio a nivel de los estados llamados «más felices» es de 65%, mientras en nuestro país es del 36%.
«Cuando estamos hablando de crédito, hablamos de anticipar consumo, de financiar proyectos y de mitigar contingencia sostuvo el presidente de Asobancaria. Esto, para resaltar la utilidad de esta herramienta financiera para argumentar que hablar de ella es hablar de felicidad porque ayuda a estos objetivos.
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Inclusión financiera: 20 de los 38 millones de adultos en Colombia tienen créditos formales
«No dejes que nadie te diga que el acceso a créditos es del 36. Eso es mentira, es una carreta que se ha ido instaurando», dijo el líder de la Asociación, quien también hizo referencia a que esto significaría que el sector formal ha fracasado en su afán de otorgarle crédito a los colombianos, lo que catalogó de cuestionable.
En palabras de Malagón, la cifra que asciende hasta casi el 53% lleva a que la banca y el comercio pueda sacar provecho de estas experiencias siguiendo diversas estrategias. La cifra – dada por Banca de las Oportunidades y Transunion – además, impulsa una meta principal de parte de este sector: lograr una inclusión crediticia responsable para el aumento de este índice.
Según cifras del representante de Asobancaria, la inclusión crediticia responsable incluye no solo al ahorrador, sino también al deudor. Para esto se deben considerar acciones concretas como revisar la tasa de usura, desarrollar una reglamentación de datos abiertos en un futuro; y aumentar el alcance sistema de pagos inmediatos. Uno que lleve, a través de iniciativas privadas y públicas (tanto las llaves de bancos, billeteras digitales y el sistema Bre-b del Banco de la República) a que el uso de dinero en efectivo se reduzca a un 55% (actalmente es de 79%).
Recuerde: actualmente, más de 10 millones de adultos ya cuentan con una llave en las entidades bancarias en el país, lo que ha generado un total de 19 millones de llaves.