En la tarde de ayer se registró un despiadado crimen que dejó estupefactos a los habitantes de una cuadra del barrio El Pesebre, pues las seguidas detonaciones de un arma de fuego anunciaron el asesinato de un morador.
Se trataba de Camilo Andrés Hoyos Rivera, quien fue baleado a pocos metros de su casa, en una zona peligrosa llamada ‘La Calle del Tango’, justo en unas escaleras que causan terror entre los residentes de Rafael Uribe.
La Policía y el cuerpo de investigación de la Sijín hicieron presencia en el teatro de sangre para reconstruir la fatídica escena y vislumbrar nuevas pistas, de modo que den con el paradero del sujeto que acabó con la vida del hombre, de 39 años, a plena luz del día.
Escaleras de muerte
Era el mediodía de ayer, cuando en la Calle 33 sur con carrera 13H, justo en las temidas escaleras que han sido acordonadas por la Policía una y mil veces, un sujeto se encontraba esperando a su próxima víctima.
«A las 12 de la tarde escuchamos como tres o cuatro tiros. Al momentico la familia del hombre salió para ayudarlo, porque vive por acá cerca”, contó una vecina de la zona.
Según los informes de la Policía, las escaleras en donde ocurrió el homicidio se volvieron intransitables, pues están bajo el control de bandas criminales.
«Nos enteramos por la central de radio que una persona había resultado herida por arma de fuego y la familia pudo trasladarla al Hospital Santa Clara», afirmó un oficial del caso. Sin embargo, la inmediata reacción de los familiares y de la Policía no fueron suficientes para salvarle la vida a Hoyos Rivera.
«Por aquí llegó la familia muy dolida pidiendo que le salvaran la vida al hombre, pero la verdad es que el muchacho ya venía sin signos vitales», contó un funcionario del hospital, quien recibió al occiso.
Será una tarea ardua la de los oficiales por esclarecer el paradero de los desalmados pistoleros, debido a la falta de registro de las cámaras de seguridad y la poca colaboración del vecindario a la hora de hablar de los delicados sucesos que se presentan en ‘La Calle del Tango’.
«Estamos hablando con la ciudadanía, haciendo las labores de vecindario para poder establecer los móviles; sin embargo, la hipótesis es que fue un ajuste por cuenta del microtráfico, lo cual es lo histórico por aquí. Por la lucha de líneas de control se viven una serie de vendetas», le recalcó a Q’HUBO un oficial frente a la cinta amarilla.
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