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Tras el anuncio de la Superintendencia de Salud sobre liquidar definitivamente a Coomeva, en Santander la radiografía de esta EPS estaba en estado crítico.
Se va debiéndole a la red pública hospitalaria del departamento $11 mil millones y con un servicio casi nulo a sus 82.699 usuarios del régimen contributivo y 31.006 subsidiado.
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Fue tal la difícil situación que tuvo que intervenir la Secretaría de Salud y la Procuraduría para atender pacientes de alto costo, mujeres embarazadas y menores de edad en el Hospital Universitario de Santander.
«Como tenía medida especial, no estaba garantizando la prestación del servicio. Puso en riesgo la vida de los pacientes especialmente con los que presentaban cáncer, hemofilia, VIH y actualmente el 15% de los usuarios de la EPS están siendo atendidos en el HUS«, agregó Villamizar.
Será el Ministerio de Salud quien elija cómo serán trasladados los usuarios de Coomeva a otras EPS que no cuenten con medidas administrativas y que garanticen el acceso a la salud.
La EPS tenía ya medida de toma de posesión e intervención forzosa, pero por ahora deberá garantizar la prestación sin ningún inconveniente a los usuarios, mientras hacen el traslado.
