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11 meses y 19 días lleva vacía la cama del señor Ricardo Benavides, un humilde conductor de taxi que fue asesinado el año pasado en un terrible acto de intolerancia perpetrado por un joven en la localidad de San Cristóbal. Ese es el tiempo, también, que ha pasado desde que las pesquisas comenzaron para impartir justicia en el caso del señor de 59 años.
Pero su familia está desconsolada porque la justicia ha venido dilatando el proceso durante meses y a pesar de que el presunto homicida ya está capturado, se encuentra ‘ad portas’ de la libertad por cuenta de una serie de negligencias. Allegados del conductor piden celeridad antes de que el caso quede estancado por vencimiento de términos.
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La noche del crimen
El martirio de la familia Acevedo comenzó la noche del 7 de abril del año pasado. Eran las 9:30 sobre la Transversal 15A Este con Calle 44A Sur, cuando en una maniobra cruel y despiadada, un sujeto de unos 21 años apuñaló sin mediar palabra a don Ricardo. Todo por un supuesto pleito en el que acabó envuelto el señor cuando intentaba a ayudar a un vecino.
“Mi papá estaba una cantina tomándose unas cervezas con unos amigos, cuando la exmujer lo llamó y le dijo que se vieran. Ella estaba a unos 15 metros de donde estaba mi papá. Él fue y ella estaba con un amigo que usa muletas. Ese señor se iba a parar pero mi papá le dijo ‘venga yo lo ayudo y lo llevo a la casa’. Él se lo cargo a ‘tuta’, lo llevó hasta la residencia y como mi papá sufría de la columna, la exmujer timbró en la casa varias veces. Entonces la señora esposa del señor de muletas salió bravísima porque le iban a acabar el timbre”, narró Angie Acevedo, la hija de don Ricardo.
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En ese momento, y luego de un corto cruce de palabras, don Ricardo se devolvía para su casa cuando “apareció el señor Julián Camilo Quesada Vargas de arriba de otro barrio con un cuchillo, se le acercó por detrás a mi papá y lo apuñaló. Mi padre retrocede con la mano sobre la herida, el agresor espera a que él caiga y luego sale corriendo. Pasaron unos segundos y murió en el lugar”, agregó la hija del fallecido.
El anhelo de justicia
Durante estos 11 meses y 19 días se han realizado 6 audiencias en contra del joven señalado de asesinar al señor Ricardo Benavides, quien aún sigue en la URI de Puente Aranda. En julio del año pasado Quesada fue capturado. Pero los esfuerzos para que la justicia se haga sentir en el caso han sido nulos, pues durante la última audiencia realizada esta semana un juez cambió el cargo de “homicidio agravado” a “homicidio simple”.
“Aplazaron la audiencia para el 22 de marzo, nuevamente. Ya han habido 6 aplazamientos, por lo que nos asusta que la defensa de ese señor quiera llegar al plazo de vencimiento de términos. Además, el juez ya rebajó el homicidio a uno simple, habiendo videos y pruebas. Hay también el testimonio de una testigo que vio todo y aún así este tipo que mató a mi papá de la nada, que ni lo conocía, podría quedar con casa por cárcel o hasta libre, de manera injusta. Queremos que haya justicia, mi papá era muy noble y no merecía eso”, cerró la joven sumamente preocupada.
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