De rodillas frente a la puerta de su casa, con las lágrimas rodándole por las mejillas e intentando entender lo que una de sus familiares le estaba repitiendo por segunda vez, una mujer intentaba asimilar la noticia de que el cuerpo que habían hallado a pocos metros de su casa correspondía al de su papá.
Ayudada por su esposo y dos vecinas, intentando mantenerse de pie, a pesar de que las piernas le temblaban, la mujer caminó una cuadra y llegó hasta la zona boscosa, en la que estaban alrededor de 20 curiosos, cruzó la cerca y se aproximó lo que más pudo al cuerpo de su papá, que estaba rodeado por una cinta amarilla que había puesto la Policía.
No tuvo que mirar más de cinco segundos para confirmar que se trataba de su progenitor, quien yacía tendido bocabajo y semidesnudo. Efectivamente era José Raúl Espino Mora, pues la chaqueta azul con blanco que tenía puesta fue la misma que portaba la noche del viernes, cuando salió de su casa.
“Nadie merece morir de esa manera tan cruel como asesinaron a don Raúl. Lo más raro de todo fue que la gente escuchó unos disparos como a la 3 de la mañana. Probablemente a esa hora fue que lo asesinaron. Una familiar dijo que alguien lo había sacado de la casa como a las 8 de la noche”, le manifestó a Q’HUBO una residente.
Hasta el momento no hay pistas de los asesinos, pues se rumora que serían entre tres y cuatro sujetos. Este lamentable hecho se registró presuntamente sobre la madrugada de ayer en una zona boscosa del barrio Tierra Nueva, en Ciudad Bolívar.
Atroz crimen
Los hechos ocurridos alrededor del homicidio de José Raúl son un misterio para sus familiares y vecinos, pues solo se sabe que el hombre fue sacado de su casa por unos sujetos la noche anterior y desde entonces no volvió a su vivienda, ubicada cerca al lugar de donde fue hallado (por la Diagonal 76 Sur con Carrera 27J).
Lo que se presume es que al hombre lo habrían llevado hasta la zona boscosa y a puñal lo asesinaron. Le hallaron heridas con arma blanca en la espalda y el pecho, además de un disparo en la cabeza.
El crimen se habría perpetrado aproximadamente a las 3 de la madrugada de ayer, pero hasta las 8 de la mañana una residente aledaña se percató del hallazgo y lo reportó ante las autoridades. El rumor corrió rápidamente por las destapadas calles de este humilde sector.
“El cuerpo lo dejaron tapado como con una sábana, por eso nadie se había dado cuenta antes, pero el viento mandó lejos la tela y quedó descubierto el cadáver. Tenía mucha sangre y ya estaba pálida la piel”, agregó un habitante.
Entre sollozos y abrazos, los familiares de Espino presenciaron la inspección del cuerpo inerte, al mismo tiempo que gritaban “¡por qué tenían que matarlo así!”.
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