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En el Magdalena la pobreza es producto de la desigualdad, el desempleo, la informalidad, las controversias políticas, los rezagos en temas de bienestar y calidad de vida tales como el difícil acceso a educación y salud o las condiciones de salubridad en el Departamento.
El departamento estimó para el 2020 la línea de pobreza monetaria, LPM, en $293.037, evidenciando una ligera alza al año anterior al mencionado en cuestión, el cual se registró en $287,131. Por otra parte, la línea de pobreza monetaria extrema (LPME) bajó su cifra a $128.639, en comparación al año 2019, el cual se estimó en $133,624; todo lo anterior según datos oficiales del Dane. La aplicación de lo mencionado convierte al Magdalena en el departamento con el tercer valor más bajo de toda la Región Caribe.
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Asimismo, Oviedo dio información importante con referencia a los estragos de la pandemia del Covid-19 en el departamento, indicando que el 15% de los jefes del hogar perdieron sus empleos a causa de las medidas tomadas por el comercio en medio de esta contingencia.
El director del Dane manifestó que en el Magdalena aún se evidencian carencias importantes en materia de acceso a internet, servicios públicos y empleo.
Según el informe expuesto por el director del Dane, 1 de cada 4 hogares tienen acceso a un computador y 3 de cada 4 personas trabajan en la informalidad.
Esta ponencia, se desarrolló con base a datos del Dane que corresponde a la vigencia 2019-2020 y se encuentran en la sección de incidencia monetaria en los departamentos.
Estos datos entregados por el Dane indica que: 792.973 personas viven en condición de pobreza; 322.000 en pobreza extrema
