Dos menores, inocentes del peligro del poderoso caudal del río, decidieron lanzarse a las profundas aguas creyendo que podían llegar al otro lado.
Tan pronto se sumergieron, la corriente despiadada los ‘devoró’. No volvieron a salir a flote.
El agua fluía potente, otros adolescentes vieron con horror cómo sus compañeros de clase fueron arrasados. Nada podían hacer por ellos.
Cuando corrieron a contar lo ocurrido, la comunidad del sector de Bahondo desplegó de inmediato la…