La noche fue testigo del desplome de una parte del patrimonio que desde 1760 se levantó en adobe y ladrillo en el complejo religioso San Francisco.
Allí, en uno de los costados de cara a la plazoleta del mismo nombre, en pleno corazón de Cali, los primeros en sorprenderse por el desprendimiento de ese muro en barro crudo con paja y heno, de unos 15 metros de longitud, fueron sacerdotes, el alcalde Jorge Iván Ospina con el secretario (e) de Seguridad, Jimmy Dranguet, y bomberos.
Era…