No ha pasado un solo día durante los últimos 32 años en el que Camilo Jaramillo no recuerde el momento cuando le pegaron nueve tiros de fusil. “Es una película de la que todos los días me acuerdo”, dice.
Estaba tirado en el suelo, boca abajo, junto con sus amigos, cuando escuchó la orden de “maten a esos hijueputas”.
(Además: La historia de los panes envenenados que mataron a 100 personas en Boyacá)
Comenzaron los disparos en el bar Oporto. Unos 20 hombres, de botas negras…