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Consternada se encuentra la comunidad del municipio de Río de Oro, por el asesinato de Uladiemiro Vega, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Cimarrón, en la referida jurisdicción.
Los hechos ocurrieron sobre las 10:30 de la noche de este jueves 10 de febrero. La víctima salía de su vivienda hacia su lugar de trabajo, para recibir su turno a las 10:00 de la noche, lugar al que nunca llegó.
Su ausencia preocupó a sus compañeros de trabajo, quienes al ver que no llegaba empezaron a llamarlo y tampoco respondía. Dieron parte a las autoridades y horas después recibieron la noticia del homicidio del líder social.
Vega recibió varios impactos de bala, entre la cabeza y el pecho, y su cuerpo fue localizado en una zona enmontada, por lo que se presume lo sorprendieron en un área solitaria rumbo a su lugar de trabajo, hacia donde lo siguieron, ya que era su rutina diaria. Se trasladaba en su motocicleta, la cual no fue robada, por lo que se descartaría un intento de hurto.
La noticia ha causado conmoción en la comunidad, ya que Vega era una persona que durante años se había dedicado a las luchas sociales de su población, así como de los derechos laborales de algunos trabajadores de la zona.
Las autoridades adelantan las respectivas investigaciones sobre este nuevo hecho de sangre, que engrosa las cifras de líderes sociales asesinados en el país.
Al respecto, el coronel Elkin Corredor, comandante encargado de la Policía Cesar, informó que según las primeras evidencias fue asesinado con una escopeta, por algunos perdigones que se encontraron en la zona. Una comisión del CTI acudió al lugar para la inspección técnica del cadáver e iniciar las investigaciones.
En el Cesar, según la Comisión Colombiana de Juristas, el año pasado, el primer homicidio ocurrió el 27 de enero en Valledupar, en cuyo hecho falleció Giovanis Carranza Castillo, quien era dirigente político de Cambio Radical.
El 25 de febrero fue asesinado en el municipio de Río de Oro, el líder político Luis Hermides Álvarez; el 20 de junio la activista del Movimiento Mais fue ultimada en Manaure Balcón del Cesar; y para cerrar el año el 25 de noviembre se registró el homicidio del líder campesino Alberto Mejía Portillo, en el municipio de Tamalameque.
La Defensoría del Pueblo registró que los homicidios representan el 20% de todas las vulneraciones a los derechos de los líderes sociales y defensores de derechos humanos, donde las amenazas se consolidan como el principal riesgo para esta población con el 73% de todos los reportes. Emitió una alerta en ocho departamentos del país.
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