Belmonte bajo en su constitución se asemeja a esos pueblos olvidados de la Región Caribe, los picaditos de fútbol los deben jugar en la calle de entrada al barrio, porque la construcción de una cancha se quedó en veremos, por eso los arcos descansan sobre el andén y así, como al Coronel de García Márquez, les ha tocado esperar por más de 20 años una solución para su movilidad.
En retrospectiva
Esta comunidad se constituyó desde 1969, hace parte de Cerritos, el corregimiento de los ricos, como lo diría cualquier parroquiano. El desarrollo le pasa a diario por las narices, porque desde hace 25 años que se construyó la doble calzada, todo empezó a cambiar pero nadie se detuvo a pensar en ellos, los dirigentes de la gran capital del eje olvidaron que los ciudadanos de menores recursos económicos debían atravesar esa arteria vial para ir a trabajar y a estudiar. Belmonte cumplirá 54 años de existencia el próximo 28 de septiembre y lleva la mitad de esa edad en la súplica de un puente peatonal.
La visita al lugar
La caseta de la Junta de Acción Comunal fue el punto de encuentro, allí esperaban doña María Esther Álvarez y don Fredy Muñoz, ella es la presidente de la Junta y dijo por su comunidad: “nosotros en esa carretera hemos puesto 26 muertos y ya no queremos poner más. He recurrido a Invías, he ido a la Alcaldía, la Gobernación, la Personería, hemos mandado oficios a todas partes y siempre nos responden lo mismo, que esta vía le corresponde a uno y al otro para embolatarnos”.
Es una apuesta por la vida desafiar las altas velocidades que en este punto llevan los vehículos.La señora Álvarez relata que hace un año aproximadamente el gobernador, el alcalde y los concesionarios de la avenida Los Colibríes tomaron un poco de responsabilidad en el asunto y se comprometieron con la construcción del tan anhelado puente para este 2023, “pero mire la época en la que estamos y ni tumban, ni retumban. Hace por ahí seis meses nos hicieron una reunión en esta misma caseta, estuvo casi toda la comunidad que salió muy contenta y esperanzada, pero ahora ni siquiera contestan el teléfono para que le den a uno alguna razón en qué va eso”.
La presidente de la Junta finaliza su explicación con: “a veces uno tiene que obrar por las malas a ver si así le prestan atención. Hasta que el día menos pensado vamos a cerrar la vía, a ver si así hacen algo. Es que yo veo que en El Poblado pusieron puente, también en el Aquilino Bedoya, no sé por qué no miran aquí que también somos 765 pereiranos”.
El análisis de otro representante
Fredy Muñoz es el edil de Cerritos, explicó que Belmonte bajo es uno de los afectados, pero que el tema es repetitivo en las demás comunidades, como es en la bomba Santa Bárbara, donde la cifra de fallecidos también va alrededor de 20 personas que pierden la vida tratando de pasar la doble calzada. “Hay mucho vehículo ya, es una vía nacional”, se le preguntó al menos si había posibilidad de una solución provisional, “lo que pasa es que solicitamos algo como un reductor de velocidad o un semáforo, se van a relajar todavía más”.
Asegura que a Galicia alta, Consotá y al Tigre las personas entran en vehículo y no sufren tanto, que tampoco recurren a la Acción Popular, porque será más demorado, más años de trámites legales. “O meternos con un derecho constitucional, cómo abajo en la entrada al club sí pusieron reductores hace tiempo, porque uno sabe que solo entran personas de la alta sociedad, la única diferencia que tenemos con ellos es el dinero, pero tenemos los mismos derechos, lo que hace falta es voluntad política”.
Según los vecinos este punto es el menos difícil para cruzar, pero ahora sufren a causa de los carros parqueados en la vía a razón de un restaurante.Cifra
35 minutos se puede tardar un adulto mayor en atravesar al otro lado sin arriesgar la vida.
Dato
Los niños de Belmonte bajo se deben desplazar al comunitario de Cerritos o al colegio de La Villa, con el consabido riesgo. Para los más adultos les toca pedir Uber y así pasarlos para que no pierdan la citas médicas.
¿Qué opina de esta situación?
Carmen Eliza Vélez – fiscal JAC
“Es una tortura diaria, me ha tocado parar los carros para poder que me den vía y ayudar a otros. Es muy complicado sobre todo de 6:30 a 8:30 a.m., el problema aumentó con todo el tráfico pesado del Alambrado”.
Amanda Pulgarín – habitante Belmonte bajo
“En la verma uno no se puede confiar, ahí también atropellan y siguen como si nada. Toca hacernos ahí obligatoriamente y sacar la cabeza”.
Luis Alfonso Hernández – tesorero JAC
“Ni en carro se puede salir muchas veces, nadie da la vía, hay que meterse a las malas para coger el retorno abajo. Desde hace un mes los accidentes son diarios”.
María Esther Álvarez – presidente JAC
“Esto lo están poblando mucho. Piensan en todo pero no en nuestra necesidad. Cómo en Cartago, caseríos apenas de ocho casas tienen puente peatonal”.
Fredy Muñoz – edil de Cerritos
“Cada cuatro años se hacen mesas de trabajo para el Plan de Desarrollo, nosotros sacamos el plan del corregimiento como insumo para el mismo y pusimos allí los tres puentes (Monte bajo, Santa Bárbara y Galicia Alta)”.
Las Vías del Samán
En este proyecto se mencionan tres puentes peatonales, pero lo que les preocupa en Belmonte bajo es que uno quedará por El Tigre y ellos seguirán sin solución y sin derecho a la igualdad.
