El pasado 11 de noviembre se informó de la extraña muerte de la joven abogada Melissa Paternina Galván, quien, a sus 23 años, fue encontrada en su habitación matrimonial sin signos vitales.
El esposo hizo el desgarrador hallazgo, relató luego que entró en shock y no podía creer lo que había visto.
Sin embargo, tras la inspección del cuerpo fue llevada a Medicina Legal, en Montería, donde se confirmó que la joven había muerto como consecuencia de un disparo con arma de fuego.
La víctima, abogada de profesión y egresada de la Universidad de Córdoba (Unicor), era natural del municipio de San Pelayo, al igual que su marido, y se había mudado a Cereté tras su matrimonio con su esposo.
Ellos vivían en el barrio La Candelaria en el municipio de Cereté (Córdoba) sacudido por la sorpresiva escena.
La familia de la joven dice tener certeza que se trató de un asesinato y no de un suicidio como se sugiere por parte de las autoridades de quienes hoy exigieron justicia.
Desde la sede de la Fiscalía en Montería, familiares y amigos, realizan un plantón pidiendo que se abra una línea de investigación criminal porque hay detalles que no encajan.
En su momento, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) se hizo cargo de la inspección del cadáver, el cual fue trasladado a la capital cordobesa después de que la Policía no encontró evidencia de sangre en la escena del crimen.
¿Cómo así que aparece muerta con un disparo en la cabeza y no hay rastros de sangre? , ¿el cuerpo lo movieron?, ¿manipularon la escena de los hechos?, son interrogantes que piden sean esclarecidos.
Justicia, Justicia, gritan con tono angustioso de reclamo quienes le conocieron.