Su prolongada impopularidad, sus mensajes erráticos, los frecuentes y cada vez más sonados escándalos —tanto personales como de corrupción—, así como los líos en materia de ejecución e incluso de presupuesto, no dejan de pasarle factura al Gobierno de Gustavo Petro.
Si bien han transcurrido poco más de dos años de mandato, esas flaquezas del primer gobierno de izquierda en Colombia no dejan de ser aprovechadas por diferentes sectores…