De acuerdo con cálculos del Ministerio de Vivienda con base en información de Galería Inmobiliaria, en el 2021 se comercializaron cerca de 227.600 viviendas nuevas en Colombia, lo cual constituye el mejor año en la historia del país en esta materia. Esto,
sin olvidar que en el 2020 también se había marcado un registro récord con alrededor de 177.000 unidades nuevas comercializadas.
Esta dinámica plantea un nuevo desafío en cuanto a la convivencia, el impacto ambiental y el gasto de los hogares a la hora de adquirir una unidad residencial y habitar en copropiedades.
De acuerdo con ello, la plataforma Hipal, que facilita la administración de propiedad horizontal digitalmente, hizo un estudio donde se analizaron 16 de los 50 implementos de papelería que más rotación presentan en una administración tradicional.
“Para este primer análisis, contemplamos únicamente productos de compra recurrente, es decir: resmas del papel, libros de actas, cintas, carpetas, cosedoras, sobres de manila, resaltadores y bolígrafos, entre otros; que, por su funcionalidad, necesitan ser permanentemente renovados”, precisó Daniel Puentes, CEO y fundador del emprendimiento.
Los resultados indicaron que aplicar los desarrollos digitales a la gestión de las copropiedades genera una disminución de hasta el 45% en el consumo de papelería de uso frecuente durante el primer año, que puede ser sostenible en el tiempo, conforme se afiance el uso de tales innovaciones.
De igual manera, se estableció que los costos en papelería se han incrementado en promedio un 26%, lo que quiere decir que los administradores, al introducir la tecnología, no solo pueden ahorrarse cerca de la mitad del gasto en papelería, sino
que, a su vez, no tienen que pagar los incrementos asociados a la inflación de ese gasto;
sencillamente, porque estos desaparecen cuando los trámites físicos se relevan por los virtuales.
“Por ejemplo, cuando llega una correspondencia a un edificio, digamos una caja de zapatos, el conducto tradicional es registrarla en una bitácora, almacenarla y, en algunos casos, generar una circular para el destinatario; en ese proceso tan simple se usa: un libro de actas, bolígrafos, resaltadores, papel e, incluso, un sobre de manila. Al implementar una aplicación, solo se necesita tomar una foto, de modo que el dueño del paquete reciba una notificación en tiempo real, no se usen materiales, se ahorre dinero y quede un registro digital”, añadió Puentes.
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