En su historia reciente, la empresa de acueducto de Pereira, bajo el nombre de Aguas y Aguas apenas se acerca a los 20 años, pero deja la impresión de una máquina vetusta que sufre los desparpajos de cada administración y que no ofrece esa imagen fresca y transparente como lo es el agua y que debería ofrecer.
Hace más de un mes desde el área de Comunicaciones de Aguas y Aguas extendieron un video en el que el gerente, Leandro Jaramillo, hablaba sobre la renuncia de dos de los miembros de la Junta Directiva de la entidad de esta manera:
“Es muy fácil reconocer que nos encontramos en plena época preelectoral y Aguas y Aguas de Pereira se ha visto inmersa en diferentes debates, en diferentes inquietudes teniendo en cuenta las susceptibilidades de esta temporada, pero no por ello quiero dejar de referirme a dos capítulos específicos; el primero, la dimisión de dos de los miembros de la Junta Directiva, a los cuales se les agradece habernos acompañado en la toma de decisiones durante tres años y ocho meses, pero lamentamos su renuncia a solo cuatro meses de terminar este periodo”.
Seguidamente Jaramillo habla sobre el Poir (Plan de Obras e Inversiones Regulado) que fue llevado a la Junta a mediados del año 2021, para acceder a recursos para la ejecución de obras, “Pero solo fue aprobado a finales del año anterior. Lo que nos obliga hoy a ejecutar con la mayor celeridad posible las obras que requieren los pereiranos”.
Sobre el segundo tema, el más sonado de esta gerencia de Aguas y Aguas que fue la Ptar (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales), expuso: “Este año no se ha encontrado manifestación por parte del Gobierno nacional para acceder a más recursos, hecho que nos llevó a nosotros a solicitar la reducción en el presupuesto de la empresa de este proyecto para no afectar nuestros indicadores financieros y la ejecución presupuestal, pero no por ello significa que estamos renunciando a la gestión y a buscar el cierre financiero de este importante proyecto”.
La contraparte piensa diferente
Carlos Humberto Isaza es un pereirano que ha hecho parte de varias juntas directivas de empresas muy importantes para el desarrollo de la ciudad. Él es uno de los ‘dimitentes’ como los denomina Leandro Jaramillo.
Este es el primer punto donde el río Otún, le entrega el agua a la empresa para los pereiranos.“Hay una especie de resistencia a aprobar los presupuestos de inversión que incorporen las obras de obligatoria ejecución que se denominan el Poir. Unas inversiones que además las pagan los usuarios”. ¿Y esa resistencia procede de dónde? “La junta no fue capaz de tomar mayoritariamente la decisión de obligar a que la administración ejecutara esas obras, un poco porque el liderazgo en la Junta lo llevaba el alcalde y él había tenido una resistencia a incorporar en la estructura financiera de la empresa, apalancamientos por la vía del crédito externo (préstamos bancarios), porque eso le ocasiona circunstancias como que no se genere utilidad o dividendos y porque gravitaba la Ptar”.
Se murió la Ptar sin nacer
Este tema de tanta importancia necesitaba conjugarse con los demás para que diera la habilitación suficiente y así la Empresa lo pudiera llevar a cabo. “Se manejó de manera caótica, porque un día la Ptar fue a una junta no a que se aprobara como proyecto y los miembros lo conociéramos, sino a que de una vez impartiéramos una autorización por $264 mil millones y $19.700 millones adicionales, para una interventoría de unas aspiraciones ciudadanas que no correspondían a un proyecto estructurado, eso no existía”.
Cuando la Junta reaccionó y exigió que de verdad les mostraran el proyecto, también demandaron conocer implicaciones como: “Puede llegar a suceder que la sola entrada en funcionamiento de la Ptar le signifique a todos los usuarios un costo que puede oscilar entre $500 y $1.000 pesos mensuales por cada metro cúbico de agua recibida. Además, estaría la operación en manos de unos particulares que fueran los constructores o los operadores, tema que nunca se definió en la junta y ha perdido vigencia por sustracción de materia, porque la partida que había se borró y no hay un tema Ptar vigente en la empresa Aguas y Aguas de Pereira”.
Según Isaza, el Ministerio lo advirtió primero que todos, al decir que Aguas y Aguas no había presentado a tiempo el proyecto Ptar, para que pudiera ser cofinanciado con recursos de la Nación. “En Bogotá les dijeron al gerente y al alcalde que el proyecto seguía siendo de interés, vamos a ver cómo les ayudamos, pero a la ciudadanía se le dijo que el Ministerio sí está interesado en el proyecto Ptar, pero de verdad nunca pasó nada y lo que ocurrió fue que los cofinanciadores (Dosquebradas, Gobernación, Carder) desaparecieron las partidas”.
Para tener en cuenta con Aguas y Aguas
1.Vende muy costosa una materia prima que en principio es gratis (obviamente se tienen en cuenta los gastos operacionales).
2.Los ciudadanos de estratos 5, 6, el sector empresarial e industrial hacen la contribución adicional más alta de todo el país 69.3% para subsidiar a los estratos 1 y 2.
3.Miles de usuarios no pagan el servicio aunque tengan subsidio y mínimo vital, lo cual es una gran ineficiencia, porque la empresa no ha sido capaz de administrar ese activo imposible de recuperar que ya va en alrededor de $70 mil millones. (Se afecta el balance y la condición financiera, porque es un problema cíclico).
- A pesar del gran caudal de ingresos no se actualiza tecnológicamente para prestar un servicio eficiente, porque las redes están entrando en obsolescencia.
Dato
El Poir, para el Gobierno Nacional es el conjunto de proyectos que la persona prestadora considera necesario llevar a cabo, para cumplir con las metas frente a los estándares del servicio exigidos durante el período de análisis. Así aparece definido en la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico.
