Tras la crisis hipotecaria de finales de los noventa en Colombia, los constructores optaron por las ventas sobre planos para estar más seguros. Por eso, tomaron la decisión de iniciar obra únicamente al alcanzar un punto de equilibrio de más del 50 por ciento, en promedio; es decir, solo con esas ventas aseguradas, el dinero consignado en la fiducia por los potenciales compradores era desembolsado para empezar a edificar.
Esa decisión fue clave para dinamizar el mercado, y, de paso,…