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Tras de 16 años inmersos en la oscuridad que produjo el pésimo servicio y altas tarifas que mantenía Electricaribe en toda la Región Caribe, la nueva empresa Air-e se presentaba como la cura para tan larga enfermedad, pero resultó ser un remedio más caro.
El costo del kilovatio hora que en octubre del año 2020, cuando llegó la empresa Air-e, era $497 pasó en septiembre del 2021, menos de un año de operación de la comercializadora de energía, a $761, es decir un aumento del 53 %, y sigue subiendo un 7,5% mes a mes.
El incremento se debe a efectos económicos nacionales como la inflación y que en 2019 el Congreso de la República aprobó el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, el cual contaba con el artículo 318 del PND, Ley 1955 de 2019, que crea un nuevo Régimen Especial Tarifario para la región Caribe, porque, según se lee en la ponencia para primer debate, “en la Costa Caribe las tasas de energía son las más bajas en comparación con las demás regiones del país. Por lo anterior (…) las tasas deben subir para que esta región también se ayude”.
“Las tarifas nos están consumiendo”: comerciantes
Las altas tarifas energéticas también están golpeando al sector productivo de Barranquilla, el cual considera subir los precios de sus productos para poder ser competitivos. Así mismo llaman la atención de dirigentes políticos para que intercedan ante el Gobierno Nacional y puedan frenar esta problemática que está encareciendo el nivel de vida de la Región.
Para Néstor Álvarez, gerente Intergremial Barranquillita, el problema es la forma cómo se hicieron los convenios entre el Gobierno Nacional y la empresa Air-e, “todos los comerciantes estamos en desacuerdo con que se hizo un cambio para beneficio, porque ha sido todo lo contrario, o sea la cura fue peor que la enfermedad”.
“En estos momentos ha aumentado 400 pesos kilovatio hora, eso es una exageración, por ejemplo, nosotros pagábamos un millón 200 mil en energía en el año 2020, en el 2022 vamos a estar pagando 2 millones 300 mil que es más o menos lo que estamos suponiendo, nosotros por regla tenemos que aumentar el precio de nuestros productos, porque la tarifa energética nos está consumiendo”, recalcó el líder gremial.
El vicepresidente de Undeco, Orlando Jiménez, considera muy altas las tarifas a pagar mes a mes, además dice que “Air-e ha manifestado que tiene un robo o un fraude de alrededor de 35 %, y que del 100 % que factura, el 65 % son los que estamos pagando puntal… no entendemos por qué los honestos, tengamos que pagar por los que hacen las cosas mal hechas”.
Además, recalca que “acá en el Atlántico le cuelgan tres arandelas a la factura de Air-e; el impuesto de alumbrado público, que para el sector comercial es bastante oneroso, le cuelgan la parte de convivencia y seguridad ciudadana, así como también la contribución económica que es la módica suma del 20 % sobre el consumo. Esas tres arandelas, hay casos en que superan el 50 % del total de la factura y otros en los cuales hemos visto durante la pandemia que, sin consumir un solo kilovatio de energía, tienen que pagar mensualmente por concepto de las tres arandelas entre 150 mil y 200 mil pesos”.
Por su parte Dina Luz Pardo, directora de Asocentro, relata cómo comerciantes del Centro de Barranquilla se han visto afectados por el incremento de energía en el último semestre del año pasado. Además, considera que es una forma “facilista y arbitraria de cobrarle a los que están pagando su consumo de energía de forma legal la responsabilidad de un trabajo que no se hizo por parte de una empresa como Electricaribe y que es responsabilidad del Gobierno y no se la puede trasladar al usuario final”.
Cortes constantes de energía, el otro dolor de cabeza
Rosalina De León, residente en el barrio La Sierrita, denunció que le están cobrando un consumo inexistente. “Lo que nos cobran es una injusticia, porque la verdad es que uno no consume todo lo que ellos nos están cobrando ahí: son facturas de 300 mil y 400 mil pesos que no se justifica”, denunció De León. “El servicio de Air-e es malísimo, en lugar de mejorar, está empeorando, porque a todo esto se suma que nos quitan la luz a cada rato por sus dichosos trabajos de reparación”.
En el barrio Las Américas, el usuario Cristóbal Baena se quejó por el incremento de su factura. “Ellos me cobran un consumo que no se explica, porque aquí no se consume eso que facturan”.
A Baena le estuvieron llegando facturas con cobros mensuales superiores a 170 mil pesos a mediados de 2021, año que cerró con una factura de $250.555.
“De ninguna manera se justifica que en barrios como Las Américas cobren facturas tan costosas como esta”, añadió Baena.
Allin Jiménez, usuaria del barrio Antonio Nariño, aseguró que constantemente les suspenden el servicio por reparaciones.
“Eso se volvió normal para Air-e informar que van a quitar la luz por reparaciones. Uno ve las noticias y siempre dicen que van a quitar la luz y nosotros en este barrio siempre salimos perjudicados”, expresó Jiménez.
Andrea Herrera, usuaria del barrio Sitio Hermoso, resaltó que los cortes periódicos de energía son excesivos. “Si fuera que quitaran la luz por una hora o dos, pero no. Suspenden el servicio desde la mañana hasta finalizada la tarde y eso nos perjudica, sobre todo a los que tenemos negocios en las casas”.
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