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Amazonas 2024: Incendios y sequías marcan un año crítico para el pulmón del planeta

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El 2024 fue un año crítico para la selva amazónica, marcado por incendios descontrolados y una sequía extrema que afectaron gravemente a este ecosistema vital para el equilibrio climático global. Estas condiciones, impulsadas por el aumento de las temperaturas, generaron el peor año de incendios desde 2005, agravando la deforestación. Se sospecha que muchos de estos incendios fueron intencionales, utilizados como herramienta para despejar tierras destinadas a la ganadería, lo que evidencia una tendencia alarmante de explotación ambiental.

La Amazonía, que abarca una extensión equivalente al doble del tamaño de la India y atraviesa ocho países, es un reservorio crucial de dióxido de carbono y agua dulce, además de albergar una biodiversidad única con más de 16.000 especies de árboles. Sin embargo, durante décadas, los gobiernos han priorizado su explotación sobre su preservación, ignorando los derechos de las comunidades indígenas. Expertos advierten que la minería ilegal, el crimen organizado y otras economías ilícitas están acelerando la degradación de la región, complicando los esfuerzos de conservación.

A pesar de los desafíos, hubo avances significativos. En Brasil, la pérdida de bosques disminuyó un 30,6% en comparación con el año anterior, alcanzando el nivel más bajo en nueve años, un logro atribuido a las políticas ambientales del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. En Colombia, aunque la deforestación registró mínimos históricos en 2023, las cifras de 2024 comenzaron a revertirse debido al impacto de El Niño, que intensificó las condiciones de sequía. A nivel internacional, la ONU acordó dar mayor protagonismo a los pueblos indígenas en la conservación de la biodiversidad, un paso positivo hacia la protección del Amazonas.



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Sin embargo, la situación sigue siendo grave. Los incendios devastaron vastas áreas de la selva, generando densas nubes de humo que cubrieron regiones enteras, mientras el río Amazonas alcanzó niveles alarmantemente bajos por segundo año consecutivo. Esto llevó a varios países a declarar emergencias y a distribuir ayuda humanitaria a las comunidades afectadas. Según expertos, estas crisis reflejan que la ventana para revertir el deterioro del Amazonas se está cerrando rápidamente, aunque aún hay tiempo para actuar con decisiones contundentes y sostenibles.

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Written by jucebo

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