Pasadas las 11:00 de la mañana, de ayer, jueves, 26 de junio, hubo amotinamiento al interior de las carceletas de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía, en el barrio Siete de Agosto, pero la Policía intervino a tiempo he impidió una fuga masiva de detenidos.
Ante el desorden y estruendos, los fiscales que estaban en diligencias por otros casos, salieron corriendo, al igual que otros servidores judiciales, ya que los capturados corrían hacia la calle.
Ante esas escenas, llegaron uniformados de los cuadrantes y especialidades como el Grupo de Operaciones GOES, Seccional de Investigación Criminal (SIJIN), y de la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden, anteriormente ESMAD.
Un dron de la Policía sobrevoló las instalaciones, tomando imágenes reales del acontecimiento y enviándolas a los agentes del orden que monitoreaban de cerca el ambiente que se registraba entre población privada de la Libertad.
“Se logró controlar la situación sin que se presentaran personas lesionadas ni se produjeran fugas, únicamente daños estructurales menores en las instalaciones”, reportó el coronel, Milton Andrés Melo González, comandante de la Policía Metropolitana de Villavicencio.
Actualmente, las carceletas registran una sobre ocupación que vulnera derechos fundamentales y constitucionales de los detenidos dado al fuerte hacinamiento. Pues produce malos olores, el agua escasea para las unidades sanitarias y no hay suficiente espacio para un goce de ambiente natural.
De acuerdo con lo dicho por las autoridades, esas personas aun no son trasladadas a la cárcel dado a que el Juez de conocimiento no ha proferido sentencia que en derecho corresponda y deben esperar a que evolucionen las etapas procesales hasta que se les resuelva si serán condenados o absueltos.
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