Los hermanos Díaz llegaron la tarde del martes muy puntuales al Conjunto Residencial Tintala Fase I (Kennedy) para asistir a una cita de negocios que habían pactado con otros dos sujetos en el apartamento 403 del interior I.
Entraron y cerraron la puerta. Tiempo después, una bulla tremenda, acompañada por una balacera, fue escuchada por los residentes del sector. Al final de la reunión, uno de los hermanos murió baleado allí adentro, mientras que el otro está herido de gravedad en un hospital.
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Sin nada de vergüenza, los atacantes salieron como ‘Pedro por su casa’, dejando el apartamento solo con los cuerpos baleados de los dos hermanos, de 40 y 30 años aproximadamente. Las autoridades llegaron al lugar cuando uno de ellos, identificado como Mauricio Díaz Gómez (el mayor), ya había perdido la vida. Pero como su hermano seguía vivo, fue llevado de inmediato a la Clínica del Occidente, donde hoy se recupera.
En la cuadra donde ocurrió todo se percibe un aroma de temor e incertidumbre. La cantidad de comerciantes de comida, ropa y variedades fueron testigos del alboroto que se armó sobre la Calle 6A con Carrera 87A.
Todos quedaron aterrados por la estruendosa riña que se tomó el conjunto en plena tarde, con lluvia de plomo abordo. Además, presenciaron el levantamiento del cadáver, que duró hasta bien entrada la noche.
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Muerte en el 403
Lo que cuentan algunos vecinos es que los hermanos llegaron sobre las 4 de la tarde con dos sujetos y escucharon una fuerte pelea antes de oír los disparos.
Yo estaba en la casa normal, cuando al lado empecé a escuchar golpes y que tiraban vainas, luego empezó el tiroteo y ni siquiera pude contar las balas, porque del susto me metí debajo de la cama a rezar que no me pasara nada”, comentó a Q’HUBO un residente.
Sobre lo que hacían allí estos hermanos, las autoridades confirmaron que “las dos personas, quienes serían comerciantes, llegaron supuestamente a cerrar un negocio en un apartamento de ese conjunto. El inmueble estaba habitado por otras dos personas y se presentó una riña por un desacuerdo, donde terminan lesionando a una persona y matando a otra. Los residentes alertaron a las autoridades e hicimos presencia en el sitio”, explicó un oficial encargado.
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Otro detalle aterrador es la cantidad de bala con la que se ensañaron en contra de los hermanos: al hoy occiso le dieron cuatro tiros; mientras que a su hermano, identificado como Michael Díaz Gómez, le dieron dos.
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Indagando sobre aquel apartamento de la muerte, los oficiales comentaron que “hemos encontrado al propietario real, que después manifestó que eran amigos que se estaban quedando allí y nos encontramos en la búsqueda de estos sujetos”.
No obstante, los vecinos recuerdan que en ese apartamento 403 “siempre hay un alto flujo de hombres de mediana edad y de personas. Los que lo habitaban se volaron a pie caminando”.
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La muerte de este hombre enlutó a su familia y amigos, que en redes sociales le dedicaron un mensaje para despedirlo: “Dios te tenga sentado a su lado, oramos por la fortaleza de tu familia, dejas un gran vacío”.
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