El zapato del homicida de Johan Sebastián Olarte Suárez quedó tirado en el punto exacto donde aterrizó el bandido, luego de que brincara por una ventana con el fin de huir de la escena del crimen. Pero sus planes se truncaron gracias a las alertas de la comunidad y a la rápida reacción de las autoridades.
Lastimosamente el criminal logró su cometido: asesinó al muchacho en un presunto ajuste de cuentas dentro de una casa del barrio Hunza, de Suba, y a plena luz del día. Tal parece que el joven se había reunido con este sujeto en aquel lugar, sin llegar a prever la emboscada.
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Eran las 3:40 de la tarde del lunes y dentro de una casa de la calle 128 C con carrera 84 B crecía la tensión entre el joven de 27 años y su acompañante. Fueron los disparos los que acabaron con la tranquilidad de toda la cuadra. Al retumbar los más de tres disparos, un vecino decidió avisar a las autoridades utilizando la línea de emergencias.
Los uniformados que adelantaban sus labores cerca del sitio llegaron a la vivienda rápidamente, tanto que el sujeto aún no había emprendido la fuga. “El tipo estaba rodeado por todos lados, la Policía ya estaba era esperando a que saliera y seguramente él pensó que se podía volar por una ventana, pero después del ‘tramacazo’ lo agarraron”, contó una vecina de la cuadra.
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Como si se tratara de una película de acción, el sicario rompió una ventana del tercer piso, a donde había cometido el homicidio, y se lanzó a la calle, pensando que iba a caer de pie como los gatos. Increíblemente resultó ileso, pero uno de sus zapatos voló por los aires.
El coronel Miguel Ángel Camelo Sánchez contó que una vez las autoridades hicieron presencia, “se observa a un sujeto tratando de huir, a lo que inmediatamente se pide apoyo, se rodea este lugar y con otras unidades policiales se trata de acceder a esta vivienda”.
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Mientras el bandido era capturado por el apoyo policial, unidades ingresaron a la vivienda solo para encontrar al muchacho tendido. Su vida ya la había apagado el recién capturado. A su lado quedó un arma de fuego, como si en aquel momento de muerte el joven hubiese tratado de defenderse, pero su verdugo fue mucho más ágil que él.
“Estamos investigando cuáles son las hipótesis del crimen. Por ahora, sabemos que el occiso tenía antecedentes judiciales y estamos verificando si el capturado también”, añadió el coronel Camelo.
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El CTI recogió el cadáver del muchacho y el levantamiento se prolongó hasta entrado el crepúsculo. Ahora solo les queda lograr establecer el por qué este sujeto asesinó sin piedad al joven Johan Sebastián.
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