En Bogotá, Cali, Medellín y Pereira funcionaba una red de lavado de más de 2.000 millones de pesos, usando casas de cambio en esas capitales y, al tiempo, caletas ocultas en maletas de quienes eran reclutados para trasladar este dinero fraudulento de un lugar a otro, tratando de pasar inadvertidos en terminales aéreas.
Un fiscal de la Dirección Especializada contra el Lavado de Activos de la Fiscalía General de la Nación presentó ante un juez de control de garantías a nueve…