Es de esperarse que en breve la administración municipal atienda el clamor de la comunidad que ha venido solicitándole al alcalde que revise los nuevos precios de la lata de agua que distribuyen los conductores en carros cisternas en la localidad.
El precio del líquido se disparó de manera sorpresiva de 200 a 350 pesos la lata desde el pasado 15 de diciembre. “Si el agua fuera apta para el consumo humano no habría ningún problema, nosotros la pagaríamos, pero es una agua impotable y más bien salobre porque es agua que viene pozos que mucha gente ha construido aquí”, dijo el vocero comunal Wilmer Mendoza.
El alcalde Mohamad Dasuki le solicitó al director de Planeación tomar cartas en este asunto y pidió sentarse con la empresa Aguas de la Península y los dueños de los carrotanques. “Prácticamente se subió en un ciento por ciento y no podemos permitir estos abusos” dijo.
Expresó que mirará hasta donde la norma le permite su intervención porque esas son cosas irregulares y dijo que si es posible solicitará la intervención de la Superintendencia de servicios públicos para que sea garante del tema.
Este medio dialogó con un conductor que distribuye el agua por latas y manifestó que las alzas comienzan en Aguas de la Península que subió el costo en el despacho de los vehículos de 8.000 a 10.000 y de 18.000 a 20.000 pesos.
El alcalde solicitó asimismo que en la reunión estén los presidentes de las juntas de acción comunal. “Si la comunidad se está quejando es porque algo está pasando y le están golpeando el bolsillo. Hay personas que no tienen con qué comer mucho menos tienen para pagar el doble por una lata de agua” manifestó el mandatario.