La meta de este segundo semestre es lograr una producción cafetera aproximada de 3 millones de arrobas, con un valor cercano a los 500 mil millones de pesos.
Para el plan cosecha de lo que resta del año, se requieren 38.928 recolectores.
Con el trabajo articulado entre la Policía del departamento, el Ejército nacional, el Comité departamental de Cafeteros y la Gobernación de Risaralda se va a implementar el plan cosecha priorizando la seguridad, la vida, la rentabilidad y la dignificación de la labor.
“Primero proteger a los propietarios de las fincas y a los recolectores en el proceso de comercialización y transporte del grano, hoy un bulto del café se puede estar vendiendo en 700 mil pesos y por eso, esta reactivación económica es fundamental para generar empleo, y necesitamos garantizar la seguridad urbana y rural y evitar delitos de alto impacto que se puedan generar durante el plan cosecha”, dijo Israel Londoño Secretario de Gobierno departamental.
Las estrategias incluyen medidas para el transporte y corredores cafeteros seguros, verificación de los protocolos de bioseguridad y fortalecimiento de la operatividad de la fuerza pública en zonas de mayor concentración de los recolectores, para mitigar actividades delictivas en la recolección, recepción, venta y comercio del grano.
“Esperamos generar una producción de 3 millones de arrobas, es decir casi 500 mil millones de pesos, recursos que se van a inyectar a la economía del departamento, ya los cafeteros están listos y preparados y nosotros trabajamos todos muy unidos para garantizar la vida, la seguridad y la rentabilidad de nuestros caficultores”, afirmó Jorge Humberto Echeverri, director ejecutivo del Comité de Cafeteros de Risaralda.
