Bajo crecimiento y políticas erráticas: así le ha ido a la economía en 2 años de Petro

Esta semana se cumplen dos años desde que Gustavo Petro Urrego llegó a la Casa de Nariño y, con esto, comenzó una época para la economía colombiana que ha estado enmarcada por intentos de reformas, cambios drásticos al sistema pensional y varias apuestas más con las que el primer Presidente de izquierda ha tratado de cambiar el orden de las cosas, según él, impulsado los principios de justicia social.

Todo esto en medio de una carrera contra la desaceleración económica, la caída abrupta de la inversión y el desplome de sectores importantes como la industria, el comercio y la construcción, que llevan más de un año con balances negativos, y la insistencia de los gremios y los centros de estudio para que se ponga en marcha cuanto antes un plan de reactivación económica.

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Si bien en este tiempo se han registrado avances en términos de estabilidad macroeconómica y reducción del déficit fiscal, analistas y exministros consultados por Portafolio advierten que aristas como el bajo recaudo de impuestos, la baja ejecución presupuestal y la constante pelea con los empresarios e industriales, muestran parte de lo que se debe mejorar a futuro.

José Antonio Ocampo, quien fuese el primer ministro de Hacienda del gobierno Petro, aseguró que entre lo bueno está que se evitó un sobrecalentamiento de la economía y la reducción significativa del déficit de la cuenta corriente en la balanza de pagos, que en sus cuentas se llevó a un nivel sostenible.

“En el terreno fiscal también resaltaría lo que se hizo con el Fondo de Estabilización de Combustibles, ya se eliminó para gasolina y está en curso de eliminarse para ACPM. Respecto a la deuda ha habido mucha anotación frente a que el gobierno está pagando unos intereses muy altos, pero todo eso se ha ido corrigiendo”, expresó.

Respecto a lo malo, Ocampo se refirió a la baja ejecución del presupuesto, advirtiendo que esto “demuestra que ha entrado mucho al gobierno gente que no tiene la experiencia adecuada para manejar los asuntos públicos”, al tiempo que puso varias alertas respecto a la caída de la inversión por parte del Estado y los capitales privados.

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Un período de reformas

Para Theodore Kahn, director asociado de Control Risks, otro de los elementos a resaltar durante estos dos años es el avance de reformas importantes para el Gobierno, como fue el caso de la pensional, así como las apuestas que viene realizando en materia de transición energética. Sin embargo, reconoce que esto le ha pasado factura a la confianza de los inversionistas y por eso hay que trabajar en esto.

“No fue buena la falta de políticas claras y un rumbo fijo sobre las mismas prioridades del Gobierno. El mismo tema de transición energética es un muy buen ejemplo y en un principio se dijo que iba a ser una bandera de este Gobierno, pero nunca creó,ni articuló, ni mucho menos implementó, una estrategia clara y adecuada para abordar este tema tan importante para el país. Ya estamos viendo las consecuencias de eso, porque el país está enfrentando la posibilidad de un déficit importante en la oferta de gas”, agregó.

Entre tanto, Andrés Moreno Jaramillo, señala que si bien la primera mitad de la era Petro no fue la mejor, todavía tiene la oportunidad de corregir el rumbo, enfocándose en políticas que fortalezcan la economía y generen confianza en el sector privado y en la inversión extranjera.

“Dólar hacia abajo y estable, se fueron unos inversionistas pero llegaron otros, inflación muy retardada, no hubo políticas de choque claras para controlar la inflación, obviamente el alza de la gasolina afectó, pero la inflación pudo haberse mejorado con más productividad y con otras ideas. Además las empresas estuvieron muy cargadas con impuestos y eso hizo que no haya generación de empleo y que la economía se estanque. muy regular todo”, expresó.

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Avances dispares

Otra mirada en este análisis se centró en el avance de los indicadores macroeconómicos y laborales del Plan Nacional de Desarrollo, donde se aprecia que las debilidades en materia laboral han estado en el fomento al empleo jóven y de mujeres, cuyos indicadores no llegan al 50%, así como en el fomento de organizaciones solidarias.

José Ignacio López, presidente de Anif, también hizo parte de esta consulta de expertos y en su concepto, el balance es “regular tirando a malo” puesto que factores como la regla fiscal, el manejo del precio de los combustibles y la transición energética han sido buenos, mientras que la crisis de la Creg y el manejo de los subsidios de vivienda, no se ha llevado de la mejor forma.

“Está el frenar la adjudicación de nuevos contratos de exploración, modificar la política de subsidios de vivienda, el freno al alza de los peajes que ahora está tratando de deshacer. Pero ha sido realmente un desacierto, ralentizar el funcionamiento de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, que se ha mantenido en buena parte de su gobierno paralizada. Eso más la necesidad de una reactivación, marca los retos a futuro”, indicó.

En lo concerniente a los indicadores de gestión del Ministerio de Hacienda en el Plan de Desarrollo, todos se encuentran por encima del 70%, lo cual se puede interpretar de manera positiva. Sin embargo, no hay que pasar por alto que las cifras de recaudo tributario van por debajo de lo esperado, incluso con los últimos ajustes al Marco Fiscal de Mediano Plazo.

Trabajo en equipo

Con todo esto en el panorama, el rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, José Manuel asegura que el gran desafío para los dos años que restan, será enfrentar los retos de crecimiento, fiscales y sociales de manera efectiva, buscando construir consensos y políticas que fortalezcan la inversión privada.

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“La desaceleración ya le está pasando factura a las cifras sociales como el empleo, pero seguramente va a tocar la pobreza y a la equidad. Por eso se debe pensar en cómo minimizar esos efectos negativos, pero para que ocurra hay que corregir el rumbo para trabajar mancomunadamente con el sector empresarial en un plan de reactivación económica y sobre todo en propuestas de reforma que contribuyan a la mejor dinámica de la inversión privada y no lo contrario”, dijo Restrepo Abondano.

Por último, el profesor Henry Amorocho, profesor de la Universidad del Rosario, manifestó que, aprovechando que por estos días se está hablando de cambiar el esquema tributario en Colombia, se ponga sobre la mesa la posibilidad de realizar una reforma tributaria territorial, así como una revisión del sistema general de participaciones y subsidios para mejorar la sostenibilidad fiscal.

«Toca otorgarles más recursos a los municipios y a los departamentos y para eso hay que revisar el Sistema General de Participaciones, pero también mirar cómo se está gastando, porque para mí tenemos ahí un desacierto. Hay que revisar con mucha más lupa el tema de los subsidios. Y desde luego, tendríamos una particularidad para lograr solucionar el problema que está planteando el presupuesto público del año 2025”, explicó.

Para este analista, al igual que todos los que hablaron con Portafolio, en este momento lo más importante es garantizar la sostenibilidad fiscal en el corto y mediano plazo, así como fortalecer la confianza de los inversionistas. Sin esto, cualquier plan que se tenga en mente, será difícil de ejecutar.