“De eso tan bueno no dan tanto”, dirían las abuelas. Y en este caso vale seguir ese consejo: altos rendimientos en corto tiempo, una estrategia de voz a voz para engrosar su red de adeptos y la falsa generación de confianza para atraer inversiones, han hecho que cada vez más colombianos caigan en las garras de captadoras ilegales de dinero, conocidas como pirámides.
Según la Superintendencia de Sociedades, solo en lo que va del año se han identificado 23 captadoras ilegales de…